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  El mes de junio había comenzado con demasiado frio en la ciudad, obligando a todos a desempolvar sus costosos abrigos para poder comenzar sus días.

Martin estaba entre asustado y paranoico a medida que sus conversaciones con Marcos Janer se hacían más profundas en cuanto a sus dudas. Tuvieron varias reuniones en el departamento momentáneo de un hotel cuatro estrellas en el que Marcos se estaba quedando para seguir investigando al menor. Y en ese hotel hablaron demasiado sobre todas las incógnitas de lo sucedido, respondiendo pacientemente todo lo que Martin consultaba para que así lo ayudara.

Federico Janer y Lucas Blake estuvieron de novios durante un tiempo aunque el menor fuera mucho más chico que Federico. Los padres de este estaban al tanto del problema de drogas y alcohol que tenía, pero en un pueblo chico no podían hacer mucho más que aparentar y controlarlo lo mejor posible, aunque claramente eso no funcionó. Abusaba del menor en distintas ocasiones, incluso en cenas donde Marcos estaba presente pudo ver con sus propios ojos como su hermano agredía al chico, y aunque intentaron hablar con este para que modificara su conducta, solamente empeoro con el tiempo. El día anterior a la desaparición Federico había hablado con su familia sobre como comenzaría su vida lejos de ellos, en otro estado y junto a Lucas, pero sus padres no hicieron más que decirle que recortarían su suministro económico si procedía con esa loca idea; lo cual solo llevo a que este se enojará y huyera por la noche de su hogar sin decir nada al respecto. Días después estaban presentando un reporte de desaparecido en el departamento de la policía de aquel pueblo.

Por momentos Marcos hablaba sobre lo mucho que sus padres sufrieron esos años, aunque ellos no demostraban públicamente el dolor que estaban sintiendo. Recibieron el apoyo de muy pocas personas en la comunidad ya que sabían el desastre que era la vida de Federico, y muchos no querían quedar marcados por la desaparición de este. Las pocas personas que realmente los apoyaban con el tiempo se dieron por vencidos, al igual que la policía y los equipos de investigación.

Lo que sea que hubiera sucedido en esa casa claramente fue muy bien elaborado ya que no encontraron ninguna respuesta. La primera visita a la finca de la familia Blake en la que Federico desapareció fue amistosa, de rutina mejor dicho, para echar un vistazo en busca de inconsistencias; pero con el tiempo y más sospechas sobre el menor por parte de la familia Janer los oficiales consiguieron una orden para revisar la casa en busca de otros indicios. Excavaron muchos metros del patio en busca de algo extraño, realizaron pruebas en busca de sangre, los perros rastreadores rodearon el lugar en busca de olores. Nada dio resultado, simplemente se había esfumado de la faz de la tierra. Y eso no era algo que la familia Janer dejo pasar por alto, querían respuestas y moverían cielo y tierra para encontrarlo, ya sea vivo o muerto.

Marcos por otro lado, al igual que sus padres debía aparentar, eso era lo más importante en aquel pueblo y para aquella familia. Pero este corrió con la suerte de estar lejos el tiempo que la prensa molesto a sus padres, la universidad lo había mantenido alejado de todo ese caos. Aun así extrañaba a su hermano, y no podía tolerar la idea de no saber qué había ocurrido con él. Es por eso que, aunque se negó al principio en entrometerse, con el tiempo se obsesiono por encontrar la verdad sobre su hermano.

-Me cuesta creer que Lucas le hiciera algo a tu hermano-. Confesó Martin tomando una copa de aquel trago amargo que Marcos le había ofrecido.

-Mhm-. Emitió dándole un sorbo a su trago. –Pensaba lo mismo... es decir... Federico era físicamente más fuerte, podría haberse defendido de cualquier ataque limpio...-. Marcos tomó asiento en un sillón individual frente a Martin. –Pero ese chico no jugaba limpio...-. Confesó serio. Martin no entendió a qué iba eso por lo que pregunto. –Uno de los investigadores dio con un expediente cerrado y archivado...-. El chico de pelo marrón se puso nuevamente de pie para tomar una carpeta dentro de un cajón y sacar de allí unas hojas. –Su familia debió haber pagado demasiado dinero para mantener esto oculto... aun así... ese chico mató por primera vez a sus once años...-.

Te observo, y te amoWhere stories live. Discover now