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  Esa madrugada ambos adolescentes continuaron besandose en la cocina por un buen rato, hasta que Martin decidió tomar de la mano al menor y subir mientras se besaban escaleras arriba para acostarse en la cama, terminando de una vez por todas con las ganas de hacer suyo al menor.

  En esa madrugada la vida del menor cambiaría rotundamente sin saberlo, al igual que la vida del mayor estaba cambiando desde hace unos meses al llegar Lucas a su vida. Conectaron espiritual, mental y fisicamente en esa cama. Para finalizar durmiendo Lucas acostado en el pecho de Martin mientras este abrazaba su cuerpo calentito.

  La mañana siguiente Lucas decidió posponer la alarma, no hizo ni su rutina de ejercicios ni tampoco la de meditación, solamente quería quedarse envuelto en los brazos del mayor hasta despertar juntos. Y así fue, cuando la alarma del más grande se hizo sonar a las ocho de la mañana.

  -Buen día, principe...-. Susurro Martin con una enorme sonrisa en su rostro por ver a Lucas aún en la cama. -¿Cómo has dormido?-.

  -Como nunca antes...-. Contestó Lucas algo sonrojado por como Martin lo miraba, aunque este también tenía una enorme sonrisa en su rostro. El mayor deposito un beso en los labios del menor y así se levantaron para tomar una ducha y comenzar el día.

  Tuvieron universidad de nueve a once de la mañana juntos, por primera vez completamente felices. Luego llegaron para almorzar juntos en el departamento y Lucas recordo lo que iba a decirle la tarde anterior antes de pelear.

  -No sé que te parezca la idea, ni tampoco quiero que la tomes por compromiso si no quieres...-. Comenzó dudando el menor con temor de oir un no por respuesta. Martin simplemente lo miraba con una sonrisa picara mientras el menor actuaba nervioso, le divertía ponerlo así, pero sobretodo le parecia realmente tierno. -El trabajo en el estudio no hace más que aumentar... lo cual es bueno... es decir... es demasiado pero eso esta bien... ya que... no lo sé...-.

  -Bebe, ¿qué sucede?-. Lo interrumpio Martin antes de reir por la ternura que le generaba.

  -Mi tio quiere ofrecerte empleo-. Respondió directamente quedandose en silencio observando la reacción en el rostro del más grande. -Tal vez parezca una locura... no lo sé... no quiero que pienses que tienes que pasar tanto tiempo a mi lado... solo...-.

  Martin se levanto y tomó al menor por las mejillas para besarlo. Así noto como el cuerpo del menor se tranquilizaba mientras le correspondia el beso. -Si para ti esta bien, igual para mi...-. Ambos se miraban a los ojos. -Pasar todo mi tiempo a tu lado es lo único que quiero... ¿no lo dije ayer?-. 

  Lucas rió nervioso. -Lo siento... no quiero ahogarte...-. 

  -Solamente falta planear la boda-. Bromeo Martin viendo como los ojos de Lucas se abrían por completo junto a una enorme sonrisa. -Realmente espero el momento de proponerte matrimonio en un futuro no muy lejano-. Y así sin más, el menor salto a abrazar al más grande.

  Todas las oportunidades en que podían aprovechar para decirse algo lindo, ambos lo hacian. Y eso los hacia sentir bien a los dos, el decirlo y oirlo. Todo el tiempo reprimiendo sus sentimientos había valido la pena porque ahora solamente desbordaban amor por el otro.

  -Debemos estar a las dos en el estudio para presentarte a mi tio... se apresuro y ya tiene el contrato listo para que lo firmes-. Confeso riendo el menor. 

  -Me pondre lo más formal y lindo que tenga-. 

  Lucas solamente lo volvió a besar. Y así los dos se dividieron, mientras Lucas ordenaba y limpiaba las cosas del almuerzo Martin se dirigió a su habitación para tomar un pantalón de vestir gris junto con una camisa suelta color blanca. Al mostrarle como estaba vestido al menor, este quedo el triple de lo loco de amor que estaba por Martin. Se veia completamente distinto, tan lindo, tan dulce, tan masculino, tan... excitante. Y eso último era un sentimiento nuevo en el menor.

  -Soy tuyo-. Bromeo el menor con una sonrisa, pero la expresión de Martin cambio al oir eso. De estar nervioso paso a tener una sonrisa completamente distinta en su rostro.

  Camino hasta Lucas y se paro frente a él, demasiado cerca, sintiendo como el cuerpo del menor comenzaba a tensarse. -¿Qué has dicho?-. Demando con un tono de voz demasiado dominante, que produjo que un escalofrio recorriera el cuerpo del menor. Lucas solamente negó intentando decir que era una broma, pero el más grande no se iba a dejar vencer. -Repitelo-. Nuevamente esa sonrisa. -Quiero oirlo-. 

  Al ver que a Martin no le había molestado y al contrario, Lucas sintió más confianza para decir esas palabras. -Soy... tuyo-. Susurro algo nervioso, pero al ver que Martin mordía su labio rápidamente su boca volvió a repetirlo. -Soy tuyo, Martin-. Y sin más, Martin tomo a Lucas del cuello y comenzó a devorar su preciada boca, arrancando a hacer algo que los haría llegar tarde. 


  Lucas presentó a Martin con su tio para que estos luego pasaran a una oficina en la que hablarían sobre el trabajo, mientras él continuo con cosas pendientes.

  Al entrar en la oficina y tomar asiento, Mariano, el tio del menor, le ofreció un vaso de agua a Martin y tomo asiento frente a este con una carpeta entre manos. Luego de hablar un rato sobre los planes que el chico tenía con respecto a los estudios y estar buscando trabajo, Mariano explicó como funcionaba el estudio.

  Debido a que era una firma grande habían distintos turnos de trabajo, uno por la mañana y otro por la tarde, de siete a once de la mañana, de doce a tres de la tarde, y el último turno de cuatro a siete de la tarde. Las funciones se podían desarrollar tanto en el estudio como desde casa, dependiendo la comodidad y el labor de cada empleado. Mariano comentó que la demanda en el estudio había estado en crecimiento por lo que necesitaban empleados con ganas de trabajar y crecer junto al estudio, a cambio claramente de un salario. Su trabajo sería la redacción de ciertos escritos judiciales en una plataforma que usaban en el estudio, los cuales luego de redactar quedaban subidos para que los demás empleados con acceso de usuario pudieran seguir los expedientes mediante la plataforma. Simplemente era eso, y el sueldo era mucho más de lo que Martin había cobrado en cualquier otro trabajo que hubiera realizado incluso trabajando más horas.

  No dudo en aceptar y agradecer la oferta laboral con entusiasmo y una sonrisa en su rostro, para luego escuchar como Mariano le decía que era un gusto y que lo esperaba al día siguiente para trabajar.

  Al salir de la oficina Lucas ya lo esperaba con una sonrisa en el rostro y listo para abrazarlo, para luego despedirse de su tio e irse del estudio con una carpeta de expedientes que había tomado mientras ellos hablaban. Al salir aprovecharon para caminar un poco hablando sobre que le había parecido su tio y la idea de trabajar juntos, y Martin no pudo contener la emoción así que contó lo a gusto que estaba frente a esa oportunidad.

  -¡Martin!-. Grito alguien desde atrás haciendo que ambos adolescentes voltearan a ver, para el mayor sorprenderse a ver a Iara allí, acercandose con una sonrisa en su rostro. -Hola-. Saludo con un beso en la mejilla al mayor, quien no correspondió para luego mirar al menor. -Hola-. Le sonrió dandole un beso en la mejilla, que Lucas respondió cortesmente. 

  -Lu... ella es Iara... una amiga...-. Los presento notando como Iara lo miraba con una sonrisa malefica en su rostro, contenta de la incomodez que provocaba en el mayor. 

  -¿Una amiga...?-. Preguntó Iara confundiendo al menor, que inocentemente no entendia que sucedia, pero notaba que no era una situación muy comoda para el mayor.

  -Es un verdadero gusto... pero estoy con algo de prisa por haber dejado a mi gato tanto tiempo solo encerrado en casa... ¿nos disculpas?-. Mintió rápidamente con un tono muy cálido y una amable sonrisa, mientras Iara asentía con una sonrisa tranquila en su rostro. 

  -Por supuesto, fue un gusto... nos veremos pronto...-. Y sin más, luego de sonreirle, camino en dirección contraria a la que iban los jovenes, dejando a Martin mirandola por un momento.

  -¿Qué acaba de suceder...?-. Interrogó el menor con intriga por la manera de actuar de Martin.

  -Una larga y complicada historia...-. Respondió pasando su brazo por los hombros del menor para continuar caminando hacia el departamento, mirando por las vidrieras mientras oía a Lucas hablar de distintas cosas que veía en las vidrieras de los locales, pero él, aún pensando en que quiso decir Iara cuando dijo "nos veremos pronto".

Te observo, y te amoOnde histórias criam vida. Descubra agora