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  Por fin había llegado el día que al menor más le gustaba, el nueve de diciembre, su cumpleaños, pero esta vez estaba un poco desanimado. 

  La situación con Martin solamente fue en picada. Todas las noches se encerraba a llorar en su antigua habitación del piso inferior, cerrando la puerta con seguro y dejando que Lucas subiera triste a dormir solo. Durante el día estaba completamente desanimado y no rendía con las obligaciones que tenía, ya había perdido cinco de las seis materias del año, y para ese momento el primer año universitario ya había finalizado; en el trabajo Lucas siempre debía inventar que tenía algun problema o algo por el estilo ya que Martin pedía trabajar desde la casa.

  Aún a pesar de todo, Lucas le suplico a Martin que esa noche debía ser perfecta. También le dio la oportunidad de no asistir si así lo quería, pero aunque estaba mal el mayor sabía lo importante que esa cena era para su chico, por lo que decidió asistir.

  La vestimenta consistía en pantalón de vestir a medida, zapatos negros y una camisa de lino para ambos, pero no del mismo color. La cena seria en "Walldorf House" el restaurante más exclusivo de la ciudad, y asistirían Lucas junto con sus siete amigos de la universidad con sus parejas y Martin; ya que durante el día estuvo en la casa de sus padres, sin Martin, festejando el dia con sus familiares. 

  Por otro lado esos días fueron demasiados dificiles para Martin. Se encontraba en una especie de estado depresivo donde solo quería dormir y dormir, y cuando estaba despierto solo tenía ganas de llorar hasta volver a dormir. No podía hacer nada más ya que no tenía animos ni fuerza. También sabia el dolor que le causaba al menor por más que Lucas fingiera ser una persona fuerte, y eso también era otra de las razones por las que lloraba ya que no sabia como volver a hacer feliz a su chico. Pero solamente podía preocuparse por su estado.

  Con Iara habia vuelto a hablar una vez más avisandole que necesitaba un poco de tiempo para asimilar todo, y esta acepto solicitando solamente dinero en su cuenta para su hijo, el cual Martin prometio mandar pero no cumplio. Pero ese día, el dia del cumpleaños del menor, decidió actuar "normal" para poder recompensar el tiempo que habia estado en ese estado.

  Por el día estuvo preparandose mentalmente para la situacion de la noche en la que todos estarian felices en una cena perfecta, en el lugar perfecto y con vestimentas perfectas, por lo que no podia existir un solo error. Así que en cuanto llego su novio ambos se prepararon para salir cuando se hicieran las diez de la noche.

  -Realmente te agradezco que hagas esto... en serio queria compartirlo contigo, aunque se que no te encuentras bien...-. Confesó el menor mientras viajaban en el auto camino al restaurante. Martin solamente le sonrio y beso su mano, provocando que los ojos del menor se cristalizaran y apartara la mirada hacia la ventana. 

  Al llegar al lugar por fuera se podía ver el lujo, y por dentro era más que claro lo costoso que le salio la celebracion a su chico. El lugar reservado por el menor fue la terraza descubierta, la cual era demasiado grande y bien iluminada a pesar de la noche. Fueron atendidos todo el tiempo por empleados formalmente vestidos, que ofrecian champagne en todo momento y estaban dispuestos totalmente para el servicio de los invitados.

  Todos comenzaron a aplaudir y cantar el feliz cumpleaños a Lucas en cuanto lo vieron entrar. Sonrisas, abrazos y besos combinado con regalos, risas y alcohol fue lo principal de la noche. Luego comenzó la cena, donde se sirvieron platos que el mayor nunca en su vida había oido nombrar, y para finalizar el postre junto con una torta que decía "Feliz cumpleaños Lu" en el centro.

  -Disculpe joven Blake-. Dijo una voz masculina al entrar rápidamente en la terraza mientras intentaba alcanzar a la mujer que entraba con prisa. Enorme fue la sorpresa de todos al ver tal situación, y más se sorprendieron Lucas y Martin al ver que se trataba de Iara. -Se ha colado insistiendo que debía subir-. 

  -Esta... esta bien-. Respondió Lucas por amabilidad sin entender que sucedia. Al oir eso, el hombre de la recepción asintió y camino hacia la puerta. -Iara... ¿qué sucede?-. Se acerco Lucas para interrogarla bajando la voz, ya que no quería pasar un mal momento. 

  -Lu...-. Susurro Martin desde su asiento con la mirada agachada, haciendo que Lucas volteara a verlo.

  -Tenemos un hijo-. Soltó sin más Iara frente a todos y con la voz elevada, haciendo que todos miraran con sorpresa la situación. Pero Lucas volvió a mirar a Iara luego de reir nervioso y sin entender de lo que estaba hablando. -¿Manuel? ¿El niño en el carrito con quien me has visto?-. Y luego de recordar aquel día hace unas semanas el menor solamente asintió. -Es mi hijo... y de Martin-.

  Eso fue un golpe en el estomago del menor, quien nego con la cabeza al principio, hasta que escucho como una silla se arrastro en el suelo y volteo a ver, era la silla de Martin que este corrió para levantarse y tomar a Iara por la parte alta del brazo para llevarsela del lugar mientras se quejaba. No podía reaccionar, Lucas solamente se quedo mirando la escena hasta que ambos desaparecieron cuando se cerro la puerta.

  Todos se levantaron para acercarse al cumpleañero para saber que estaba sucediendo.

  -No lo sé...-. Contesto aún en shock, pero se incorporó rápidamente al ver que estaba sintiendo verguenza por la situación, los empleados del catering también lo estaban mirando con pena y eso era algo que Lucas no aceptaba. -Es alguna especie de broma...-. Intento mentir escapando una risa nerviosa. -Lo siento... debo ir a buscar a Martin, pueden quedarse si quieren... yo... los llamare mañana-. Y sin más camino hasta salir del lugar, para subirse al primer auto que habia disponible en el restaurante y dirigirse a su casa.

  Una vez dentro del auto se dejo romper en llanto, y comenzó a llorar sin parar, sin consuelo, roto. No entendia como algo así podia estar sucediendo, y como Martin no le habia contado sobre eso. Queria correr hacia la casa de sus padres para llorar en sus brazos, pero sabia que era un adulto y esas cosas ya habían quedado en su adolescencia, por lo que solamente se dirigió a su departamento para entrar hecho una bestia.

  -Lu...-. Intentó decir Martin al verlo llegar, con los ojos rojos por haber llorado.

  -¡¿CÓMO PUDISTE?!-. Gritó una vez cerrada la puerta del departamento, tomando por sorpresa al mayor y haciendo que este retrocediera en silencio, pero aún mirandolo a los ojos. -Solamente te he dado todo lo mejor de mi, toda mi confianza, TODO-. Las lágrimas para ese entonces desbordaban de los ojos del menor. -Y tú ni siquieras puedes ser fiel y confiarme una de estas cosas-. Para ese entonces Martin había comenzado a llorar también. -¿Qué hice mal para que me hicieras esto? ¿En que falle para que no confiaras en mi?-. Un suspiro frustrado salió de la boca del menor, para luego inclinarse y tapar su rostro con sus manos. Repitiendo una y otra vez la pregunta de "¿en qué falle?. 

  -Yo...-.

  -No te atrevas a poner una excusa Martin, no lo tolerare-. Nuevamente se incorporo mirandolo a los ojos. -Me siento defraudado, no lo sé... hay algo que siento que se rompio en mi y no se que es... solamente se que tiene que ver contigo... y eso duele porque te amo...-. Susurro eso último quebrando en llanto. -Solamente quería poder estar feliz nuevamente contigo en la noche más especial del año para mi... y lo arruinas...-. Paso sus manos por su rostro frustrado. -No quiero hablar contigo hoy... no quiero decir cosas que solo diría por enojo-. Confeso limpiando las lágrimas en su rostro. -Así que en la mañana espero que tengas las hagallas para hablar sinceramente conmigo sobre lo sucedido... y sino... espero despertar y que te hayas ido con todas tus cosas...-. Las lágrimas amenzaron con salir al decir eso, pero Lucas necesitaba ser sincero y no podía darse lugar de llorar de nuevo. -Tampoco quiero que duermas conmigo hoy, así que no subas-. Exigió friamente mientras subía las escaleras a su habitación, para una vez dentro derrumbarse a llorar en silencio.

  Dejando en la planta baja a Martin con el corazón completamente roto.

Te observo, y te amoWhere stories live. Discover now