10

10 3 0
                                    


  Las cosas el resto del verano fueron de mal en peor. 

  Desde el día en que Martin leyó la nota algo dentro de él volvió a caer en un vacío de tristeza y desesperación. Esa tarde no contesto los mensajes ni llamadas de su chico, llegando por la noche al departamento junto con su hijo. Para su desgracia Lucas conocía el olor a la marihuana y no tardaron en discutir.

  -¡¿Cómo demonios se te ocurre consumir marihuana con Manuel en brazos? ¿Acaso estás loco?!-. Gritaba Lucas completamente molesto mietras seguía a Martin por el departamento ya que este estaba tratando de evitarlo. -¿Por qué vuelves a caer en esas cosas? ¿No estabas convencido de cambiar?-. Al ver a Martin solamente mirando por la ventana Lucas bufo molesto. -Soy el único idiota que cree esas mentiras-.

  Martin solamente explotó de enojo por todo lo que tenía dentro y camino apresurado hasta Lucas, quien se alejaba hacia la cocina, y al voltear le dio un golpe en su rostro.  Al caer contra el frio suelo Lucas estaba en shock, no entendia que acababa de suceder, y la sorpresa del golpe lo dejo aturdido. 

  -No me hablaras así-. Ordeno Martin con mal tono y se alejo camino al baño del primer piso, dejando a Lucas allí en el suelo, completamente anonadado.

  Luego de unos minutos de ese impacto Lucas simplemente subió en silencio a su habitación para cerrar la puerta con seguro y romper en llanto. No esperaba que algo asi fuera a sucederle en su vida, y menos ser golpeado por alguien a quien amaba. No podía tranquilizarse sabiendo que Martin llego a ese extremo de la violencia, claramente por la ingesta de drogas. Frente al espejo vio la sangre que salia por su nariz y por su labio y simplemente rompio en llanto viendose en esa situación. Y lo que más dolía no era el golpe, sino el hecho de que a pesar del golpe él no quería perder a Martin por eso. 

  Por su parte Martin estuvo con ira dentro el resto de los próximos días. Estaba molesto con Lucas, y estaba enojado consigo mismo por haberlo golpeado. Pero ya era demasiado tarde, las dos semanas siguientes Lucas evitaba al mayor todos los días, por la mañana salía a hacer ejercicio y pasear por la ciudad para luego hacer una u otra cosa en la que ocupaba su tiempo, por las tardes pasaba su tiempo en la casa vacia de sus padres ya que estos estaban de vacaciones, y por la noche llegaba al departamento para subir a encerrarse en su dormitorio. Martin en cambio si no estaba cuidando a su hijo estaba en la casa de sus viejos conocidos de la secundaria  drogandose cada vez más, incluso había días en los que no iba a dormir al departamento, donde ya había mudado todas sus cosas del cuarto del menor a su antiguo dormitorio en la planta baja del departamento. Claramente estaba distanciados, pero aún así había enviado varios mensajes drogado al menor, diciendole cuanto lo extrañaba o lo enojado que estaba por no contestarle. De hecho, una noche, drogado y ebrio, le envió un mensaje de voz al menor gritandole insultos porque seguramente se encontraba teniendo sexo con Franco. Pero el menor había comenzado a simplemente dejar de escuchar los mensajes de voz que Martin le dejaba, ya que todos decían lo mismo.

  Lucas sufrió cada dia del verano separado del más grande, pero no se permitía simplemente dejar que alguien lo golpeara y pasar por alto eso como si nada. Esperaba que Martin se le acercara a hablarle para ofrecerle disculpas sinceras, pero eso nunca sucedio durante todo el verano. Y aunque su padres y amigos del pueblo preguntaban por su "novio" Lucas solamente contestaba que estaban ocupados en distintas cosas pero que estaban muy bien, claramente aparentar que todo estaba bien con una sonrisa en su rostro era lo mejor que el menor había aprendido a hacer.

  

  UN MES DESPUÉS DE TODO LO SUCEDIDO


  Las clases ya habían comenzado para los estudiantes del segundo año de Derecho, y Lucas al asistir a la primera clase se había encontrado con sus antiguos compañeros del curso, Franco, Lucia, Sebastian y Juana se pusieron al dia sobre el verano mientras esperaban que la clase iniciara, y al finalizar acordaron volver a formar el grupo de estudio del año anterior.

  Martin continuaba haciendose cargo de su hijo los días acordados con Iara, el resto del día lo ocupaba en la vuelta al trabajo y sus actividades diarias sin contar la universidad, a la cual había vuelto a renunciar. Durante el verano había tomado la misma actitud que el menor, aparentar que todo estaba bien frente a los demás mientras desarrollaba su día a día como si realmente todo estuviera bien, pero aún así extrañaba cada día que pasaba al más chico.

  -Hola...-. Saludo Martin, que se encontraba en la cocina, cuando vio entrar al menor recien llegado de la universidad.

  -Buen día...-. Tomó un sorbo del vaso de agua fresca que acababa de servirse y luego lavo el vaso. -Trabajaré en el estudio...-. Intentó irse de la cocina pero la voz de Martin lo detuvo.

  -Lucas...-. Susurro llamando la atención del menor, quien volteo y lo miro a los ojos por primera vez en el día. -Cuando vuelvas me gustaría poder hablar contigo...-. Confesó con los nervios a flor de piel, y las lágrimas a punto de salir de sus ojos. 

  -Esta bien...-. Soltó un suspiro Lucas luego de afirmar eso, haciendo que en el rostro de Martin se formara una sonrisa esperanzadora al oir eso. -Yo he estado viendo departamentos... no creo que sea sano seguir viviendo juntos... pero... lo hablaremos cuando vuelva-. Soltó con miedo el menor, apartando su mirada del mayor, y luego de unos minutos sin que este le contestara simplemente salió de aquella situación camino a su habitación para prepararse.

  Esas palabras fueron un baldazo de agua fria para el más grande. Estaba buscando la oportunidad para disculparse y arrepentirse por lo sucedido, y cuando tomo el valor para hacerlo simplemente consigué que el menor le confiese que esperaba separarse definitivamente. La lágrima que cayó por su mejilla simplemente la limpió rápido y camino hacia su dormitorio para encerrarse allí. 

  No quería alejarse de aquel chico, pero sabía que lo había arruinado todo, así que simplemente aprovecharía el tiempo que el menor estaba fuera para hacer lo que correspondía.

Te observo, y te amoWhere stories live. Discover now