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Yeonjun observaba de un lado al otro esperando por la llegada de su "amigo".

Kang Taehyun era alguien complicado, su amistad había surgido de una forma tan natural y así mismo se terminó, su amor por el skate los había unido.

Una vez en el parque cerca de la escuela, lo encontró montando la patineta y luego de ponerse en marcha, una carcajada broto de su ser al verlo terminar en el piso, claro que conocía aquella cabellera plateada perteneciente a esos ojos grandes y mirada brusca. Rio por lo tierno que se vio al observar alrededor buscando si alguien presenció la caída y lo encontró en los ojos y las risas de Yeonjun.

Se acercó a él ayudándolo en el proceso y se ofreció a enseñarle un poco, Yeonjun amaba patinar, pero, lo había dejado al volverse el líder del club de baile, por miedo a una lección.

Así, sus tardes se convirtieron en lecciones de skate, la química entre ellos surgió entre bromas y consejos, Yeonjun descubrió que Taehyun solo poseía la famosa cara de culo, pero era más que eso. Le encantaba cuando reía, porque sus arruguitas salían al igual que su hoyuelo. No falto mucho para que comenzará a quererlo como un hermano, pasando las tardes juntos y compartiendo en clases. Hacían los proyectos juntos y Taehyun lo ayudaba para que no se atrasará mientras practicaba en el club.

Pasaban las tardes juntos, frecuentaban mucho la cafetería ya que Yeonjun a cada rato tenía hambre, Taehyun llegó a conocer a los chicos con los que compartía en el club de baile, se llevaron bien pues, Taehyun era alguien agradable.

Por consiguiente, Taehyun, que mayormente su tiempo lo pasaba solo comenzó a compartirlo con Yeonjun, también viéndolo como la figura que nunca tuvo, ya sea paterna o como un hermano.

El número de Yeonjun era el primer número que marcaba si algo le sucedía, su cama se sintió cálida cuando comenzó a compartir la con Yeonjun, aquellas noches de desveló donde el desahogo era lo que hacían, Yeonjun fue el primero en conocer su situación, en conocer sus penas, fue el primero en darle un abrazo cuando se desmoronaba en las noches y se convertía en lágrimas y sollozos.

Estuvo ahí en todos esos momentos.

Luego conoció a Beomgyu.

Desde que Taehyun se convirtió en su amigo, noto como le daba miradas para nada discretas a su vecino, aquel chico de cabello negro con sonrisa de encanto y ojos profundos. No lo cuestionó porque supuso que le atraía, esa noche cuando Taehyun le confesó que le gustaban los chicos, lloraron juntos porqué él dijo lo mismo.

Yeonjun le ofreció ayuda para acercarse a su vecino pero Taehyun la declinó. Entonces, una tarde de un viernes llegó a él sonriendo, los chicos del club se sorprendieron por el grito que dio.

Esa misma tarde, le confesó que Beomgyu ya conocía su nombre y lo había invitado a estudiar en el jardín de su casa.

Yeonjun estaba feliz por su amigo, sabía que Taehyun no necesitaría palabras de apoyo, pero igual se las dio. Esa noche le contó lo feliz que estaba por llamada, lo feliz que era al poder estar hablando con Beomgyu.

Las semanas pasaron y Beomgyu también se convirtió en su amigo, pasando las tardes juntos, en la cafetería, Beomgyu compartía con Yeonjun su amor por las golosinas y jugos con sabor a naranja artificial, la diferencia era que Yeonjun no se colocaba un freno, Beomgyu sí. Comenzaron las comparaciones, Yeonjun era delgado y contaba con un buen sistema digestivo, Beomgyu luchaba constantemente con su cuerpo frente al espejo.

Yeonjun no entendía el porqué de esas palabras de Beomgyu hacía él mismo, pero intentaba estar ahí para él, notaba que Taehyun lo llenaba de besos y susurros dulces, entonces Gyu dejó de lado aquello.

𝐇𝐘𝐏𝐄 𝐁𝐎𝐘 🐰 𝐓𝐀𝐄𝐆𝐘𝐔 𝐀𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora