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Una de las mayores cosas que Beomgyu había aprendido gracias a que se fue sin mirar atrás, era a perdonar. Y no habla de perdonar a alguien más, habla de perdonarse a sí mismo.

Por muchos años vivió estancado, bajo presión, cautiverio, asfixiado,  y sabe que en parte también es su culpa.

Hoy en día, se perdona porque sabe que lo intentaba todo el tiempo, salir de aquella jaula en la que al final, había encontrado comodidad. Pero lo intentó, y eso lo llevó por caminos distintos.

Ahora, de vuelta a esa casa que en sus memorias se sentía fría, solitaria y amarga, era diferente esta vez, sentía la brisa calida, la persona a su lado era cálida. Y a pesar de que la fachada seguía igual, sabe que lo que había cambiado, era él.

Por eso no dudo un segundo más en tocar el timbre, y sonrió cuando una bella mujer lo recibió, casi con lágrimas en los ojos apenas se encontraron, su madre, Yoonah, estaba al borde del llanto llamando al nombre de su padre porque estaba demasiado emocionada.

Claro que sabía que Beomgyu se presentaría en su casa, claro que estaba consciente que de vería a su hijo, aún así, las emociones se desbordaron y no tardó mucho en recibir con un abrazo a su pequeño.

Aquel pequeño no tan pequeño que dejó ir, ser libre, Yoonah sabe que se equivocaron como padres, que lo hicieron mal, pero lo que jamás se perdonaría es haber visto a su hijo dejar de brillar poco a poco por culpa de ellos, por culpa de su egoísmo, por culpa de sus ambiciones.

Beomgyu al ver el llanto descontrolado de su madre quiso decirle que se perdonara a ella misma también, que él estaba bien, había aprendido a estarlo, y en el camino se descubrió a sí mismo.

Un nuevo Beomgyu que estaba listo para enfrentar el mundo entero.

Su padre también llegó junto a él y lo abrazo con fuerzas, vio en su ojos lágrimas, su padre jamás había llorado por él,  aunque su madre le decía que en la sala del hospital donde nació, su padre al verlo por primera vez, cayó de rodillas llorando por la felicidad inmensa que tenía en su pecho.

Beomgyu era hijo único, sus padres tuvieron sus primeras veces gracias a él,  lucharon al cambiarle el pañal, un amor profundo creció en ellos al verlo dar sus primeros pasos.

Su padre, un hombre trabajador que siempre dio lo mejor de sí para su esposa, se convirtió en un dulce hombre con su primer bebé.  Deja a su esposa reposando, mientras él cargaba al pequeño y le daba vueltas por la habitación contándole alguna historia inventada, en esas historias su madre le cuenta que el personaje era él,  el pequeño Beomgyu siempre lograba conquistar al dragón y ganarse el corazón de todos en el pueblo.

Su padre siempre lo quiso ver brillar, pero tal vez se dejó llevar demasiado, y vivió cegado.

Beomgyu tal vez no recuerda, pero cuando tenía 6 años y se lastimó la pierna, tuvo que llevar yeso, su padre lloro descontroladamente, Yoonah no sabía como calmar a su hijo y mucho menos a su esposo que lloraba como si fuese sido él quien se lastimó.

𝐇𝐘𝐏𝐄 𝐁𝐎𝐘 🐰 𝐓𝐀𝐄𝐆𝐘𝐔 𝐀𝐔Where stories live. Discover now