Capítulo 33

19 2 5
                                    

Nada estaba bien.

Nada, jodidamente, estaba bien.

-¿Podrías, por favor, dejar de mover la pierna? Parece que tienes la sarna y me estás poniendo de los nervios.

Harry miró con seriedad a Niall que masticaba una galleta con deleite y siguió con su pierna en movimiento sin importarle lo que le dijera.

-No estás de los nervios, estás comiéndote una galleta, yo estoy de los nervios.

Niall gruñó soltando algunas migas de su boca y se levantó caminando a la cocina al tiempo que Zayn entraba con café recién hecho y una bolsa con bollos. Escuchó resoplar a Niall y se volvió confuso hacia ambos.

-¿Qué pasa?

Niall se paró con las manos en la cintura y el gesto agotado.

-Son las ocho de la mañana, me habéis hecho levantarme un viernes a las ocho porque Louis Tomlinson sale en la tele. El mismo Louis Tomlinson al que Harry parece odiar hasta que de pronto solo adora. Creo que tu amigo necesita un polvo. Creo que necesita ese polvo- dijo, señalando a la televisión.

Zayn se carcajeó volviendo su mirada a Harry, pero recuperó su semblante formal al ver la cara de pocos amigos que mostraba el cantante.

-También podría matarte, creo que liberaría tensión.

-Creo que me harías un favor si la otra opción es solo escucharte suspirar y taladrarnos los oídos.

Harry se levantó dispuesto a darle un coscorrón, pero Niall salió corriendo y riendo en dirección a la cocina y el menor tuvo que controlarse a sí mismo. Llevaba controlándose un tiempo.

Las cosas no habían saltado por los aires, no al menos tanto como Harry y su equipo pensaron que podría ocurrir. Había tenido un par de entrevistas y su equipo había prohibido las preguntas en relación al reportaje si querían verdaderamente hablar sobre algo. No le gustaba hacer eso, no quería poner trabas a lo que quisieran preguntar, él podría contestar o no, pero no se veía capaz de hacerlo con sentido o de no soltar alguna tontería si era preguntado varias veces.

Los fans no habían interpretado su silencio con simpatía y no habían dejado de comentar en redes sociales la maravillosa idea de que la historia, que en verdad no parecía tener ni pies ni cabeza, fuera real. Les habían puesto un nombre de pareja, habían hecho montajes con sus caras en posturas extrañas y no dejaban de preguntarle por Louis. Él sonreía y le deseaba buena vida negando con simpleza.

Las cosas no habían saltado por los aires al menos hasta ese momento. El momento, hacía un par de horas, en el que James le había escrito un mensaje tan misterioso como estresante.

"Bueno conocer a Louis, Hazz, no me habías contado que era tan agradable. Lo he disfrutado, mucho, quizá tú también lo hagas. Nos vemos pronto".

Quizá tú también lo hagas. ¿Quizá tú también lo hagas? ¿Qué narices significaba quizá tú también lo hagas?

Solo había una manera de saberlo, una manera que le había despertado a las seis de la mañana, levantando a Niall a su paso y le había hecho sentarse frente al televisor esperando por el programa.

-¡Empieza!- gritó sin control al ver aparecer los rótulos de The late late show en el televisor.

Había estado en ese lugar algo menos de un año atrás en varias ocasiones, le había encantado la experiencia; le había prometido a James repetir; estaba dispuesto a sustituirle de nuevo si tenía algún imprevisto. Ahora dudaba volver a hablar con el presentador. ¿Por qué no le había avisado antes?

El Café 17 - Louis y HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora