Capítulo 39

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-¿Dónde está?

-Señora Lynch, le agradecería que dejara de moverse...

-Dígame dónde demonios está...

La enferma parecía desesperada por mantenerme recostada en la camilla, pero yo necesitaba saber donde estaba. ¿Ross estaba bien? ¿Todos estaban bien?
Mierda, esto era angustiante.

Entonces él entró por la puerta.

-Dios.

Me quise poner de pie pero habían cables conectados a mí, cables que me impedían ir y abrazarlo.
No hizo falta que haga algun otro esfuerzo, él vino hasta mí y entonces pude volver a hundirme en su cuello.

-Estás bien.- dije suspirando y rodeándolo con los brazos.
Siempre sentía la necesidad de tenerlo en mis brazos...pero en ese momento la palabra "necesidad" quedaba bastante corta.

-No me disparó, el arma no estaba cargada...

Besé su cabello y me separé de él.

-Pudiste habermelo dicho.

-¿Cómo? ¿Delante de él? ¿Querías que te diga que todo eso era un plan?

La enfermera nos miraba atentamente.

-Te odio, Ross Lynch.

-Pues deberías amarme porque salve tu maldita vida.-me respondió con una sonrisa.

-Bueno los dejare conversar solos unos segundos y llamare a la doctora...- la enfermera salió corriendo.

Suspiré.

Cuando desperté esta mañana estaba tan confundida que apenas podía hablar.
No sabía que había pasado, no sabía porque estaba en el hospital, ni tampoco sabía cuanto tiempo había estado allí.
Y eso era lo que menos me importaba.
Todo lo que quería saber era: Donde estaba él.

Y ahora que lo tenía frente a mí parecía torpe decir cualquier otra cosa.

Rozó mis dedos con sus suyos.

-¿Te encuentras bien?- preguntó.

Miré por todos lados.

-Sigo tratando de procesar todo lo que pasó...¿Es eso normal?

Frunció los hombros.

-Supongo...

Silencio.
Solo ambos mirándonos.
Había ido a verme con un arma sin balas...
Si eso no era ser valiente (y estúpido) no sabía que más podía ser.

Por primera vez miré mis brazos.

-¿Qué demonios pasó?

Tenían marcas por todas parte...manchas moradas...verdes...rojas.

Toqué mi cabeza.
Me dolía.
Y mi cabello estaba sensible.

Cerré los ojos y la imagen de Chuck apareció.
Contuve un grito.
Abrí los ojos al instante.
Estaba segura que si me lo encontraba iba a sacar toda la mierda de él.
Lo odiaba.
Lo odiaba tanto que hacía que todo mi cuerpo se encendiera en llamas.

-Preciosa...

Tan pronto sollozé él me besó.

Tomé su rostro entre mis manos y él hizo lo mismo cuidadosamente.

Yo lo besaba con desesperación y él traba de calmar eso...
Algo estaba mal.

-Ross...

Me puso un dedo en los labios.

YELLOW (Ross Lynch) (Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora