Ross me cubrió antes de que yo pudiera reaccionar.
Supe que Ed había visto algo porque estaba sorprendido, algo avergonzado y algo divertido.
-Lo siento...yo...
Me subí las bragas sin moverme demasiado.
Yo había crecido con Ed, era como un hermano mayor para mí.
Y un hermano mayor no te puede, ni deber ver desnuda, ni apunto de follar con un chico detras de un arbol en plena fiesta.
-Mierda, Ed.- le dijo Ross.
Tenía su pecho pegado al mio y no se había subido la cremallera aún porque para él era más importante cubrirme a mí.
Bajé las manos y lo acomodé yo.
No explicaré porque, pero fue dificil cerrarle la cremallera...
-Lo siento en serio...ya me voy.
Me lanzó una mirada fugaz y luego se perdió rápidamente entre la fiesta.
Suspiré sintiendome aliviada.
-Esto es tu culpa.-me dijo.
Me reí por la mirada de alteración que me lanzaba Ross.
-¿Fuí yo la que me levantó el vestido?
-Fuiste tú la que vino a calentarme en un lugar público.
-Está bien.- me rendí. Lo jalé del cuelo de la camiseta.- ¿Podemos continuar?
Sonrió acercándose a mi cuello.
-Yo sigo molesto contigo.
Lo detuve.
-¿Qué?- dije.-Creí que ya estabamos bien.
-¿Crees que dandome sexo voy a dejar de estár molesto?
Lo miré a los ojos.
-Tu lo haces todo el tiempo conmigo. ._.
Se separó de mí.
-Voy a beber algo.
Lo cogí del brazo antes de que se fuera.
-No me voy a poner de rodillas para disculparme por algo que nisiquiera debería disculparme.
-Besaste al maldito chico.
-Y tú a la maldita chica.
-Ella me besó.
Gruñé de frustración.
-Bien, no me hables entonces.- dije.-
Pero no creas que haré un esfuerzo para volver a estár bien.
-No me importa.-dijo.
-A mí tampoco.
-Bien.
-Bien.
Me dí la vuelta y choqué con mi madre.
-¡____________! Te estaba buscando.- miró a Ross más allá y me jaló del brazo hasta él.- Vamos a brindar por tu cumpleaños, y diremos algunas palabras.
Cogió a Ross del brazo y nos jaló como a 2 niños pequeños.
-No, mamá, porfavor.- dije.- No me gusta eso de decir palabras...
Nunca sabía que decir cuando brindaban por mí. Me ponía bastante incómoda.
-Es tu cumpleaños.- me dijo.- Tenemos que hacer esto.- giró hacia Ross.- ¿Ya tienes lo que vas a decir?
Lo miré con la misma mirada de preocupación que él tenía ahora en el rostro.
-Ummm...¿si?- respondió.
Mi madre le puso los ojos en blanco mientras nos jalaba hasta el centro de la fiesta.
-Tambien es el momento indicado pada que anuncies que estás embarazada.
