Supe que todo no había acabado.
Lo supe por el sonido que había.
Lejos o talvez cerca a mis oidos.
Era eso que marcaba las pulsaciones.
Y si mi corazon funcionaba, era porque estaba viva.
Suspiré.
Me sentía más tranquila ahora.
Hasta podría decir me que sentía bien.
El aire estaba limpio apesar del fuerte olor a quimicos que habia en el ambiente.
Abrí los ojos y escaneé todo lo que pude.
Deberían ser las 6 o 7 am.
Porque apesar de que no había sol, estába claro.
Y el aroma mañana me llegó directamente a las fosas nasales, para llenarlas de lo que ayer...o mejor dicho hoy me faltaba.
Entonces lo recordé.
Me moví para levantarme instintivamente y sentí un dolor en el vientre.
Llevé mis manos hasta allí.
No había nada.
Toda la tranquilidad que tenía de esfumó en 1 segundo.
Me recosté para tratar de calmarme.
Mi mano tocó la de Ross de casualidad.
Tenía la cabeza entre los brazos, y los brazos apoyados en la cama.
No podía ver su rostro, pero estaba segura de que estaba dormido.
No lo desperté.
Me sobresalté cuando una enfermera entro sin hacer ruido, nisiquiera fue necesario que le diga que Ross estaba durmiendo, ella solo sonrió y me indicó que hablaría despacio.
-¿Te sientes mejor?- susurró.
Asentí.
Necesitaba saber que había pasado.
Ahora mismo.
-¿Donde...qué pasó?
La enfermera se giró y sacó algo de un pequeño cajón.
Me alcanzó un vaso con algo adentro.
-Bébelo todo.- me dijo sonriendo.
Me dí cuenta de que era té cuando ya lo había terminado todo.
-Te desmayaste.- dijo finalemente y esas palabras quedaron en el aire.- Pero por algun extraño motivo eso ayudó a salir al bebé.
Dejé el vaso en la mesa de alado, casi tirandolo al suelo cuando dijo "ayudó a salir al bebé".
¿Entonces si estaba bien?
Mi corazón volvió a latir con fuerza.
-Perdiste bastante sangre y por un instante creimos que...
Ross se movió pero no se levantó.
Solo se acodomó.
Suspiré nuevamente.
-Todo salió bien.
No le dije que completara lo que iba a decir antes, preferiría no saberlo, o en realidad, no escucharlo.
-¿Donde está mi bebé?- dije de pronto.- ¿Él está bien?
La enfermera me dedicó una tranquilizante sonrisa.
Era buena dando esas.
-Claro que está bien. Y en realidad, es un "ella".
La miré y me tomó unos segundos entender.
Me llevé las manos a la boca cuando entendí.
-¿¡He tenido a una niña!?
-Shhhh.
Volteé para ver si mi grito lo había despertado.
Por suerte no.
Solo se limitó a moverse.
Y ahora pude ver su rostro.
Traté de ocultar mi sonrisa.
Estaba cansado.
Las bolsas bajo sus ojos me lo decían, pero no dejaba de verse atractivo, sexy y hermoso.
La enfermera asintió y luego fijó toda su atención en Ross.
Se quedó mirandolo por varios segundos.
Al inicio estuve normal, hasta decidí tambien mirarlo.
Ambas lo mirábamos.
Pero luego de casi 2 minutos volví mi atención a ella y noté que aún lo miraba y que se mordía el labio.
