Capítulo 8

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Me besó una vez más.
Delicado.
Dulce.
Con amor.

-Tu lengua es muy buena.-susurró junto a mis labios.
Sentí un pequeño cosquilleo en el cuello.

Me besó cerca a la oreja sin ocultar su pequeña sonrisita de satisfación.

Yo sonreí y volví a unir nuestros labios.
Pasé mis manos por su cabello, las bajé por su rostro y volví a sus brazos.

Observé su hermoso rostro y lo atraje a mis labios para dejarle un corto beso.
Me lo devolvió.

-¿Qué es lo que quieres ahora?- susurré.
Sonrió.

-¿A qué te refieres?
Ross empezó a ir desviar sus besos hacia abajo.
Lento.
Llegó hasta quedar entre mis dos pechos.

Cerré los ojos y sonreí cuando sentí sus labios alrededor de uno de mis pezones.

Pasó su lengua y los besó.
Me estremecí.
Levantó los ojos hacia mí.

-¿Me dejas, preciosa?

Sonreí, me mordí el labio y negué con la cabeza.

-Es tu cumpleaños.- dije.- Hoy tu debes ser el que disfruta...

Abrió la boca sorprendido.

-¿Crees que yo no disfruto esto?
Le indiqué que volviera a subir.

-Solo ven acá.- insistí.

No estuvo contento, pero subió y besó mis labios.

-Quiero que follemos.

Ross solo sonrió.
Pero sentí su erección volver a crecer.

-¿Ahora?-preguntó.- ¿Quieres que lo hagamos ahora?

Pasé la lengua por sus labios, mojandolos, humedeciendolos y luego lo besé.
Sabía que él tambien lo deseaba.
Me lo había dicho varias veces.

Enredé las piernas alrededor de su cintura.
Su erección me golpeaba ligeramente.

-Oh...-gimió. Cerró los ojos.- Ya estás muy húmeda...

Lo miré a los ojos, esperando que no pensara lo mismo que yo.
Negó con la cabeza.
El deseo le ganaba.

Descendió rápidamente por mi cuerpo, hasta que tuvo la boca cerca mis labios vaginales.
Yo no pude hacer nada.

-Ross...- lo llamé.

Me sonrió.

-Me toca a mí.- dijo.

Negué con la cabeza.

-Te dije que no.

-Porfavor...

Pasé la lengua por mis labios.
Él me lo hacía casi siempre, y yo quería tenerlo dentro de mí en ese mismo instante.

-Ahora tu vas a suplicar.- dijo.

Cerré las piernas y él las volvió a abrir.

Me excitaba verlo luchar por tan solo hacer esto.

Se mordió los labios y sin quitar la mirada de mí empezó a besar mi vagina.

Gimió y yo jadeé.
Su lengua era tibia.
Deliciosa.
Levanté las caderas.

Se separó y pasó su lengua por mis labios vaginales...
Lo sentí subir...
Levanté las caderas aún más y gemí.

Rió contra mi vagina.

-¿Te gusta?- preguntó.

Nisiquiera abrí los ojos.
Solo levanté más las caderas.
Su lengua volvió a recorrerme.

YELLOW (Ross Lynch) (Hot)Where stories live. Discover now