Capítulo 7

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Estaba molesta cuando desperté el día del cumpleaños de Ross y no lo encontré en la cama conmigo.
Y mi enojo aumentó cuando me llegó un mensaje de él diciendo que tenía ensayo todo el día y que llegaría en la noche.
Genial.
De alguna manera logré esperar hasta la noche, y me volví loca cuando dieron las 10 y no llegaba.
Fuí hacia mi movil y busqué su número.
Lo llamé pero justo la puerta de abrió.
Oí a _____________(1) gritar.
Y luego la risa de Ross.

-¿Como estás, pequeño?- le dijo.
Oí la risita de ____________(1).

-Feliz Cumpleaños.- le dijo.
Me tapé la boca para ocultar mi sonrisa.
Ambos eran demasiado adorables.
Resistí el impulso de ir a verlo e interrumpir su hermoso momento. Asi que me quedé en la habitación escuchando de lo que hablaban.

-Gracias.- le dijo Ross.- ¿Donde está mami?

-En su habitación...creo que está durmiendo.

-Es tarde.- le dijo Ross.- Deberías ir tu tambien a dormir.

Volvió a oir la risa de ___________(1). Estaba segura de que Ross le acababa de dar algún dulce.
Puse los ojos en blanco.
Me quité rápidamente la camiseta que tenía puesta y tambien los pequeños shorts.
Observé mi cuerpo en el espejo que tenía al frente.
Me veía bien.
Y la ropa interior negra y pequeña me quedaban perfectas.
Arreglé mi cabello con el cepillo que tenía a lado hasta que me pareció que tuvo un poco de más volumen.

-...Solo no lo comas ahora.- dijo Ross.-...Y yo a tí. Ve a dormir, pequeño. Buenas noches.

Oí la risa de ambos una vez más y luego la puerta de la habitación de ___________(1) cerrarce.
Fuí al baño rápidamente, solo para asegurarme una vez más de que lucía bien.
Volví a arreglar mi cabello.
Y salí luego de unos minutos.
Cerré la puerta se baño cuando Ross entró a la habitación.
Oh dios.

Tenía el cabello algo mojado, y un aspecto tan fresco.
Su camiseta dejaba ver sus músculos, y sus pantalones marcaban perfectamente su pequeñas caderas.

Corrí hasta él y me lanzé en sus brazos.
Me rodeó.

-Feliz Cumpleaños.- le dije.
Alcanzé sus labios y se los besé de la manera más delicada y amorosa que pude.
Cogí su rostro para que no se mueva.

-Gracias, preciosa.- me dijo sonriendo.
Me bajé y quedé parada frente a él.
Olía shampoo y perfume.

-¿Porque estás recién salido de la ducha?- pregunté.
Ross se pasó una mano por el cabello.

-Fuí a casa de mis padres para dejar todo listo y sentía que debía tomar una ducha.- frunció los hombros.- No lo sé...
Volví a besar sus labios.

-¿Porqué no me dijiste que no ibas a volver hasta la noche?- me quejé.
Me besó en la frente.

-Yo tampoco lo sabía.- respondió.- Me lo dijeron hoy en la mañana.

-Y no me despertaste.- dije fingiendo enfado.
Puso los ojos en blanco.
-Te veías demasiado hermosa durmiendo desnuda que no quería despertarte.
De pronto, como si lo hubiera recordado, me colocó las manos en la cintura y me alejó de él.
Recorrió mi cuerpo entero con su mirada.

-¿Porqué estás vestida así?- preguntó.

Clavé mi mirada en sus ojos.
No la aparté hasta que estuve segura de que Ross había entendido.
Su mirada se oscureció poco a poco, y una sonrisa fué apareciendo en su rostro.

Me acerqué lento hacia él y coloqué las manos en sus hombros.
Lo hice retroceder hasta que cerré la puerta con su espalda.
Quedamos en la misma posición que hace días en navidad, solo que ahora yo era la que lo acorralaba.

YELLOW (Ross Lynch) (Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora