-Prométeme que te portarás bien.
____________(1) arrugó la nariz y sonrió.
Miré distraida a todos los que nos rodeaban.
Habían muchas personas con cámaras y teléfonos, tratando de sacarmos fotos.
Solo los de R5 habían aceptado tomarce unas cuantas.
Y Ross no había dejado que los fotógrafos se acercaran a ___________(1).
-Promételo.- insistió.
Finalmente ___________(1) aceptó.
-¿Volveras pronto?- le preguntó.
Ross lo cargó en sus brazos.
-Sí, no tardaré mucho.-respondió.
Sonreí.
Si tardaría un poco...
-¿Mañana estarás de regreso?- ___________(1) miró sus dedos.
Ross me miró.
-No, pequeño. Tardaré un poquito más...Pero no se porque me extrañarías.
Giró a ___________(1) de manera que ahora ambos me miraban.
-¿Ves a esa hermosa mujer allí parada?- me señaló.
Lo miré con el ceño fruncido.
¿Ahora que le iba a decir?
-¿Mamá?-preguntó _____________(1).
Ross asintió.
-Podrás estár con ella en todo este tiempo. Mañana, tarde y noche.- besó su cabeza.- No sabes cuanto te envidió.
Sonreí cuando ____________(1) tambien lo hizo.
Ross caminó hacia mí con __________(1) en sus brazos.
-Así que si yo estuviera en tu lugar estaría más que feliz.
Me mordí el labio al ver como ambos se abrazaban.
Estuvieron con los brazos en el otro casi por un minuto.
Y cuando finalmente se soltaron, Ross lo colocó de vuelta en el suelo.
___________(1) corrió hacia Rydel y se trepó por sus brazos hasta que finalmente estuvo entre ellos.
-Hey, preciosa...
Volví la cabeza hacia Ross.
Me extendió los brazos y yo lo abrazé.
Besé su hombro.
No iba a verlo en 2 semanas, y solo lo iba a ver por 1 día. Luego 2 semanas más y luego un día libre. Así sería hasta que acabaran con todas las fechas.
Mentalemente guardé su aroma en mi mente.
Me encagaría de dormir con sus camisetas para sentirlo cerca.
Lo iba a extrañar demasiado.
Besó mi mejilla.
-Ahora tú prométeme que vas a estár bien.- me separó de él para mirarme directamente a los ojos.
Arrugué la nariz imitando a __________(1).
-¿No puedo prometerte otra cosa?- dije.
Sabía que no iba a estár bien.
Ross negó con la cabeza.
-Prométeme que lo estarás.
Puse los ojos en blanco.
-¿Tú estarás bien sin mí?
Ví que pensó su respuesta por unos cuantos segundos.
Sonrió.
-Muy bien, señora Lynch.- dijo.- Ganaste otra vez.
Le lanzé una bonita sonrisa
-Te voy a extrañar mucho.- volví a abrazarlo.
Hundí el rostro en su cuello.
