Todo Secreto Sale a la Luz

1.3K 216 123
                                    

Al regresar, los bolsillos de Quackity estaban llenos de filmes que él mismo se dio el lujo de pagar, emocionado por ver alguna con Luzu había esperado la noche perfecta para verlas con él.

Fue una fortuna encontrar en un pueblo tan pequeño arrinconado en oferta películas de México de los 50s, su objetivo por aquello que llamase "colonizar a un español" era más que claro, le enseñaría de su cultura y quizá, solo quizá, Luzu se iba a interesar en compartir sus tradiciones con él.

-Porno porno porno... Oh, esta es buena, no hay viejas encueradas aquí.

Quackity abre el cartucho de video y a cuclillas se acerca al reproductor de la televisión. Luzu, por su parte, se encontraba en su garage buscando algunas mantas de repuesto para usarlas junto al mexicano en su pequeña noche de citas.

Espera, ¿podría considerarse eso una cita?

No deseaba catalogarlo así, odiaba ilusionarse en su frasco de posibilidades con Luzu, pero es demasiado atractivo, lindo, cariñoso... Luzu es todo y a la vez muy lejano, no por la diferencia de edad pues, si era honesto, tenía un cierto tipo ideal que el español cumplía casi todo ese tipo de espectativas.

"Es terapeuta, y eso, para mi, lo hace suficientemente caliente"

-¿Pero qué mamada estoy pensando?

Vuelve a su cruda realidad al recordar que Luzu era solo un amigo o incluso simplemente un conocido, no había nada que sobrepasase la línea profesional que Quackity no ha hecho, podría, incluso, olvidar sus sentimientos hacia él y encontrar a alguien o más personas que llenaran un hueco que jamás pudo lograr.

Pero incluso aunque fuera nuy consciente de su situación siemore venía la imagen del terapeuta a su mente. Idiota idiota... Maldito idiota, se reprendía a sí mismo, debía ignorarlo o de otro modo se haría trizas a sí mismo, Quackity quería convencerse de sentirse de esa forma por el mero hecho de ser rescatado y atendido, ¿pero cómo no se enamoraría con una pizca de afecto? Si Luzu lo trataba como su todo.

Trata de ignorar aquel pensamiento repentino que le calienta las mejillas, inmediatamente Quackity coloca en el reproductor el disco, esperando que el contenido cinematografico le mantuviese ocupado el cerebro en lo que Luzu volvía a la habitación.

Si era honesto encontrar tales tesoros le traía recuerdos de su infancia, una muy dulce cuando se colaba a las salas de cine allá en su querido país. Suspira nostálgico al ver aquel filme blanco y negro en la distorsionada pantalla se convertía en una mezcla de melancolía pura.

Siempre era así, Quackity quiso vivir aquella fantasía mexicana de revivir lo que las películas del gran Infante consta, y claro, se ponía dramático con cada escena tan cursi como si él mismo había soñado toda la vida el tener algo así, tan dulce y a la vez imposible de obtener.

"Ay mi vieja, ¿qué tanto daño me has hecho para sentirme de esta forma?  ¿Qué te debo y qué te hago falta para un poquititito de tu amor?" Eso le llegó tan a pecho al fiel rogante de atención, necesitaba una respuesta clara que le permitiera seguir adelante, o en todo caso, se cansaría de conformarse con un poco de migajas.

Claro que su pecho se comprime del solo pensar que nunca iba a ser feliz, recordar su pasado con Jschlatt era más difícil, Quackity tenía que irse a escondidas a verlo y sentir una pizca de comfort de extrañar todo lo que dejó atrás, en un pequeño cubículo donde su soledad siempre fue su gran amigo.

Pero ahora estaba en Karmaland, no en la mejor circunstancia para un mexicano rencoroso de una conquista que ni Luzu ni los héroes tenían algo que ver, pero temía, por supuesto, que el no encajar  y perderse de todos los secretos hasta ahora lo mantuviese en problemas. Fue que Quackity queriendo recostarse topó su cabeza contra el mueble detrás suyo, uno de los cajones que por accidente se abrió.

Falling In Love | 𝙇𝙪𝙘𝙠𝙞𝙩𝙮Where stories live. Discover now