Falling In Love | 𝙇𝙪𝙘𝙠𝙞𝙩𝙮

Confía En Mí

—¡Luzuuuu! ¡Ya basta! Ay dios...

Quackity suelta varias carcajadas de camino a casa mientras Luzu le llenaba de besos todo el rostro. Era demasiado meloso, y eso sin duda alguna le estaba encantando obtener toda su atención.

Ambos tropezaron hacia la cama, fue entonces que Luzu se ríe y acobija entre sus brazos al híbrido haciéndole ronronear dulcemente, no era algo peculiar en Quackity, pero fue tan mono verlo con los labios rojizos por los suyos, tomándole de rostro y anhelando ninguno de los dos soltarse del otro.

Al parecer, Quacks siempre estuvo destinado a conocer a Luzu.

—Siento que se me va a petar el estómago —se quita la lágrima de la risa que estorba en sus oscuros ojos.

—No puedo evitarlo Quacks-el terapeuta deja un sonoro beso en su mejilla—. Lamento todo lo que has tenido que pasar conmigo, no quiero hacerte sufrir ni mucho menos, solo necesito que confíes en mi.

No está seguro de como interpretar aquello, ¿Luzu era de las personas que se disculpaban hasta por tropezarse con alguien? Seguramente si, y aunque eso era absolutamente adorable de su parte, tampoco quería que estuviese aferrado a cosas que ya pasaron, ambos tenían que seguir con sus vidas.

—Ya, no es necesario que me pidas disculpas, también se me fue el pedo respecto a tu situación sentimental, yo no sabía que estabas casado.

—Lo estuve, supongo...—murmura Luzu, apartando su mirada un momento—. No es que quisiera ocultarte lo que soy, de hecho quiero que me conozcas con todo y mis debilidades Quacks, pero es un tema que incluso como profesional debo aprender a sanar por mi cuenta.

—Luzu...—nombra tomando entre sus manos las mejillas del español-. Yo te dije que solo seas honesto conmigo, ¿bien? No necesito que me cuentes los detalles de tu vida, no si tu lo quieres.

Ser comprensivo era una regla de oro en un romance a bordo, el castaño sintió algo extraño en su pecho, como si poco a poco ese sentimiento que tanto lo estaba inquietando ha descendido esta vez. El mexicano, en cambio, también estaba cerrando capítulos en su vida más crudos de lo que eran, pues incluso se ha sincerado con su terapeuta que le robaba suspiros de amor en que sus anterior romance estuvo lleno de sangre y cenizas.

—Siento que viniste a mi vida y la has cambiado como no tienes idea...—besa sus mejillas—. Hey Jude...—tararea con dulzura en su voz, Quackity ríe por lo repentino que fue.

—¿Vas a ponerte a cantar en este momento cabrón?-pregunta entre risas —. Take a sad song, and make it better...

—Remember to let her into your heart—sigue dulcemente Luzu la cancion, uniendo su frente con la del menor —. And any time you feel the pain, hey Jude, refrain...

"Don't carry the world upon your shoulders. "

—Te amo, Quackity.

Sus ojos brillaron como galaxias, pues hace tiempo aquella frase no salía de los labios de nadie, esta vez se sintió demasiado sincero para ser vedad.

—También te amo, Luzu.

Oh... Odiaría si aquel hombre que le estaba jurando amar tan solemnemente lo soltase de repente, sin embargo sus corazones latían en sincronía sellando su amor en fuego con un dulce beso, mismo del cual toma las caderas del menor, atrayéndolo hacia él para que durasen unos segundos más anhelando el tacto del otro.

Entonces así se sentía cerrar capítulos para abrir otros nuevos, Luzu quería que Quacks estuviese en cada uno de ellos mientras tuviese el mérito de hacerlo hasta que cayese el último grano del reloj de arena que en Karmaland sucumbía a las almas en pena. Mirandolo de nuevo, estaba seguro que ambos habían terminado rojos de sus rostros el uno por el otro, riendose a la par de lo avergonzados que estaban.