Porfavor, Ámame.

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Mendigar amor no es sano, Quackity.

Quizá ese amor te trajo problemas en tu pasado ante la toxicidad que has vivido, así que te agradezco tu honestidad en cada sesión íntima nuestra, y como tu terapeuta y persona que se preocupa por ti, esmero a tu felicidad de una manera sublime que me permita mantener mis pies en la tierra sobre la manera en la que miras tu entorno.

Quacks, te pido de favor que tomes en cuenta mis ejercicios de relajación, te ayudará a descansar y, si tienes suerte, alguna de esas pesadillas se esfumarán tan pronto lo pienses, así que te deseo dulces sueños esta noche patito, te quiero.

Atentamente tu más leal acompañante:Luzu.

Leer aquella dulce carta que se encontraba debajo de su almohada al despertar fue una mezcla de emociones fuertes. Luzu se preocupaba tanto por él, y Quackity, en respuesta, solo podría contenerse a guardar el aliento y continuar con su vida.

A un lado suyo una taza de té guardaba su espera, Quackity le da un sorbo al levantarse, mirando su reflejo en el espejo encontrándose a sí mismo en su forma más caótica. Cabello desarreglado, ojeras, algunas manchas púrpuras adornando sus hombros por golpearse sin querer contra el respaldo de la cama, inclusive sus alas se contraen ante el frío abrazador de la mañana.

-Ha de haber una razón por la cual sigo aquí.

Aún le costaba sentirse como en casa o ser un karmaliense de derecha, pero claro, Quackity fue inesperadamente llevado a un lugar lejos de la guerra, desde entonces no pudo imaginarse peor averno que estar en España.

Lo peor del caso es que ahora le gustaba un español, sus antecesores se han de retorcerse en su tumba por culpa suya, cosa que Quacks no podía evitar sentir pues, mientras más lo negaba, más enamorado de Luzu estaba.

"Estabas destinado a ser un héroe" Pf... Tomar una carga como esa no era fácil, pero nada que antes no pudo hacer.

-¡Luzuuu!-exclama el menor saliendo de su habitación-. Oye Luzu vamos a-... Oh...

Su energía es interrumpida por el castaño, mismo que se encontraba de espaldas cocinando tranquilamente dejando al descubierto su pecho en simples bóxers. Casi de inmediato Quackity toma una de las mantas del sofá, acercándolo a Luzu de improvisto.

-¡Quackity!-extrañado por su acción voltea de repente, dejando la mezcla en la mesa y volteándose de repente-. ¿¡Qué coño estás haciendo?!

-¡Te estoy cubriendo cabrón! Casi andas con el pito afuera si es que no llego a tiempo.

-Estás exagerando...-bufa el castaño, aunque agradecido que se preocupase aunque traía ropa interior-. Estoy bien, no debes porqué alarmarte.

-Mira bien decía mi jefa que por andar descalzo uno se enferma, estamos como a 10 grados no mames.

Quackity tiene razón, hacía un frío bastante abrumador aquel día, mas no se sentía lo suficiente en la sala principal por el calor de la chimenea.

-Calma Quacks, no es como si vayan a tocar la puerta ahora mismo-reprende Luzu con tranquilidad, casi como lo manifiesta parece que no tardó en volverse una realidad.

Tocan insistentemente el timbre de la entrada, ambos se observaron extrañados antes de poder Luzu ir por su camisa roja, pantalones y abrigo. Quackity, en cambio, fue a atender la puerta abriéndola de mala gana.

-¿Ahora quién anda chingando tan temprano?-reclama con molestia, encontrándose a un par de hombres que solo había reconocido a lo lejos en el fastfood.

-¿Se encuentra Luzu?-pregunta el oji lila antes de mirarle con atención, la mirada seria del líder cambia a una bastamte agradable -. ¡Pero si eres Quackity! Si Alexby nos ha contado mucho de ti.

Falling In Love | 𝙇𝙪𝙘𝙠𝙞𝙩𝙮Where stories live. Discover now