Capítulo 26

487 84 30
                                    

Las palabras mágicas eran “por favor” y “gracias”. Tan simples y a veces, tan difíciles de pronunciar. No puedes esperar que todos tengan la gracia de pronunciar dichas palabras, a menos que fueran necesarias. Tampoco es como si fuera una obligación hacerlo, pero por cortesía se hacía, así que siempre eran bienvenido aquellas palabras tan buenas de personas educadas.

Ahora, bien, ¿cómo rayos Taehyung pensaba que un borracho diría tales palabras?

No es como si eso hubiera sido el detonante, pero fue el principio de todo. En realidad había sido una sola palabra que lo había molestado, quiso suponer Hoseok. Él también se había sentido ofendido cuando él hombre lo dijo y trató de sobrepasarse con Hoseok tocandole el trasero mientras bailaba con Tae.

Pero tampoco era para que Taehyung se peleará con él, literalmente yéndose a los golpes y dejando al hombre medio inconsciente.

Ahora estaban en una celda, donde Hoseok tenía la cara entre las barras esperando a que el padre de Taehyung o sus padres vinieran, cualquiera de los dos que se presentarán primero, estaría bien, pero que vinieran rápido, suplicaba.

Miró a Taehyung por encima del hombro que seguía limpiandose la nariz, que de ella salía sangre, con un papel entregado por la policía.

Aunque estuviera enojado con él, fue a su encuentro y decidió ayudarle a limpiar lo mejor que podía sus heridas.

Se miraron por un largo tiempo, diciéndose lo que no podían decirse. Tal vez: “Lo lamento, pero aun así estoy contigo”.

¿Cómo habían terminado en este estado? Esa era la cuestión.

La historia comenzaba de una manera menos caótica de como se encontraban ahora. Hoseok fue al entrenamiento de Taehyung cuando este ya estaba por finalizar. A nadie le preocupaba que un chico aleatorio viniera, y menos si era Hoseok porque el entrenador y los muchachos ya lo conocían por ser amigo íntimo de Taehyung, que simplemente lo tomaron como uno más, siempre y cuando no molestara durante la sesión.

Hoseok saludo a la mayoría y luego saludo a Taehyung con su típico “Hey” medio burlon por ver a Taehyung mojado por el sudor. Taehyung no prestaba atención por eso, en realidad, en aquellas oportunidades tomaba como iniciativa molestar a Hoseok, queriendo abrazarlo y untarle todo el sudor.

No le molestaría a Hoseok, pero si es que se llegara a enterar alguien, seguramente lo miraría extraño.

Pero como sea, después de hablar de cosas triviales, Hoseok y Taehyung se fueron caminando hacía sus casas muy tranquilamente. En esta ocasión Hoseok pidió encarecidamente que Taehyung no viniera a dejarlo en su casa y que esperarían en el paradero de Hoseok, porque ambos tenían que cambiarse muy “rapido”.

—¿Recuerdas a la amiga de mi mamá?—preguntó una vez Hoseok estaba sentado en la banca con un Taehyung aún igual de sudoroso que hace media hora.—Bueno, ella atiende en un bar, a 5 cuadras de donde trabaja mi mamá, por lo que no fue problema conseguir dos pases para mis padres, ya que hoy tienen una oferta de bebidas gratis después de la media noche.

—¿Quieres ir a un bar?—pregunto Taehyung con escepticismo.

—¡Claro! Tenemos la mayoría de edad, así que sería bueno ir.

—Estas loco.

Hoseok renego.

—Se llama aprovechar las ofertas… aunque creo que solo eran 5 bebidas gratis, pero aun así, es una buena oferta.—declaró Hoseok con una sonrisa.

—¿Solo vas porque quieres emborracharte?—preguntó Tae con una mueca.

—No tan así, solo quiero experimentar, ya sabes… ver como es ir a un bar, tomar algún trago con un nombre raro y bailar. ¿No suena genial?—Hoseok seguía sonriendo a pesar de que Taehyung le estaba lanzando una mirada juzgona.

CupidoOnde histórias criam vida. Descubra agora