•U N O•

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7 años después.

•J A D E•

Miro el fondo de pantalla de mi celular y hago una mueca al recordar mi visita a Corea del Sur hace más o menos 7 años. El chico de cabello negro y yo le sonreímos a la cámara empapados de agua y con pétalos de cerezo en nuestro cabello. Él se ve genial, pero yo no, frenos, acné y una mueca que me asusta cada vez que la veo ¿Por qué fui a Corea como un patito feo? Sé que la situación es sencilla, cambiar de fondo de pantalla, pero esa simple fotografía significa mucho para mi no solo por el hecho de que estoy junto a HJ, un idol amado mundialmente, tambien por que estoy junto a Hoo Joon, el chico de mirada tierna que conocí en mi primer viaje a Corea del sur.

-Tenemos que visitar a papá-me recuerda Jeanne que sirve una sustancia viscosa en los platos hondos de distintos colores y diferentes caricaturas- ¿Cuando tienes tiempo?

-Supongo que este fin de semana-respondo dejando el celular sobre la encimera de la cocina y miro hacia el pasillo del apartamento que compartimos-Digo, si no hay un evento de última hora que tenga que cubrir.

Trabajo para una de las empresas más famosas a nivel mundial en la industria del entretenimiento como maquillista profesional para pasarela, sesiones de fotos, conciertos o cualquier evento de la industria. Gracias a mi trabajo he tenido la dicha de conocer a celebridades que moría por conocer cuando estaba en mi adolescencia y explorar lugares nuevos.

La Jade de 16 años estaría orgullosa del camino que escogimos.

-Te explotan, Jade-me mira por encima de su hombro entrecerrando sus ojos azules hacia mí como lo hace Margot, la esposa de nuestro padre.

-No me explotan Jeanne y lo sabes-me encojo en hombros mirando hacia el frente-Ser una de las mejores maquillistas de la compañía es la cruz con la que me tocó cargar.

Mi hermana bufa sonoramente. Sabe que tengo razón y sé que se aprovecha de eso, cada vez que tiene una junto importante me pide que la maquille,y como la buena hermana menor que soy, la maquillo sin costó alguno.

Que hipócrita.

Todos piensan que estar en esta industria es fácil y no cuesta nada, pero la verdad no es así. Crear contactos para ser reconocida no es sencillo y gracias al cielo mi familia cuenta con los recursos necesarios, contactos, agentes y agencias que facilitaron un poco mi vida cómo maquillista profesional.

Mi hermana tiende hacia mí un plato de color amarillo con la princesa Bella en el y suelto un quejido de dolor al ver la masa de extraña procedencia, ni color agradable tiene.

- ¿Que es está mierda?-arrastró el taburete hacia atrás, imponiendo distancia entre la cosa, que puede saltarme en la cara en cualquier momento, y yo.

-Lavate esa boca, grosera-con un cuchara del mismo color de mi plato golpea mi boca- ¡Hina, a desayunar!

- ¡Dame un momento por favor!-suelta un sonido de frustración desde su habitación- ¡No puedo ponerme el zapato!

Mi hermana suelta un suspiro negando con la cabeza. Limpia sus manos con un trapo de frutas y se deshace del delantal de verduras, rodea la encimera y desaparece en el pasillo para auxiliar a su hija.

Una madre en todo su esplendor.

Aprovecho que no me está vigilando y me levanto de la silla para buscar algo comestible y agradable al gusto, algo que no sea sacado de la nariz de un troll. Encuentro en una de las encimeras una caja de chocolates suizos que trajo de su último viaje y suelto una risita al alacanzarlos.

Cuando nos volvamos a encontrar. ||1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora