•T R E S•

33 2 0
                                    

•J A D E•

Cuando dudes de ti mismo recuerda hasta dónde has llegado, todo lo que has enfrentado, todas las batallas que has ganado y todos los miedos que has superado, así de sencillo, tenemos que dejar de ser gobernados por sandeces que no están en nuestras manos.

Cubro mi cabeza con una maya negra desapareciendo el cabello rubio. A situaciones desesperadas, medidas aún más desesperadas. Apenas puse un pie en territorio surcoreano salí corriendo en busca de un disfraz acorde a la ocasión. ¿Me perdí? Claro que sí, mi sentido de la orientación es pésimo y si no es por la anciana que me ayudó a encontrar la vía principal aún estaría vagando por las calles que no conozco llorando como una niña pequeña.

Y heme aquí, disfrazándome para bajar al backstage del evento porque por supuesto, el evento se realiza en el mismo hotel en donde nos estamos hospedando. Cubro la maya con una peluca de color negro corta, hasta mis hombros y hago mi magia para que parezca mi cabello natural con algo de maquillaje en polvo.

— ¿Qué tal?—muevo la cabeza de un lado a otro mostrándole mi nueva adquisición a mi hermana que me mira a través de la pantalla.

—En primer lugar, no sé porque te estás empezando ocultar tu cabello rubio.

Abro mi boca en una "O". Podría jurar que le había comentado mi situación, pero esto suele sucederme, en mi cabeza le digo algo a una persona o contesto sus mensajes y doy por hecho que si lo hice como si fuera algún tipo de telepatía, telepatía que no funciona al parecer.

— ¿No te lo dije?—agarro la gorra negra que compré en el mismo sitio de la peluca, me salió a un buen precio considerando la calidad tan buena de la peluca.

— ¿Qué tenías que decirme, Jade Wood?

—Pues...ejem..—Suelto una risita nerviosa rascando mi nuca. Hubiera preferido nacer con telepatía—El grupo al que tengo que maquillar son los Bad Clovers.

Mi hermana abre y cierra la boca sin saber qué decir. Nos mantenemos en silencio en lo que yo me cubro con el resto del disfraz: un cubre bocas negro. Me gusta mi outfit de hoy, como no voy a estar como tal en el evento, estaré tras bambalinas. Opte por algo cómodo ya que estaré corriendo de un lado a otro para retocar su maquillaje, una short negro, unas botas que llegan a la mitad de mis rodillas de color gris, un crotop básico acompañado con un blazer largo del mismo color de las botas.

—Vuelve a Londres, Jade—me ordena aún aturdida.

—Fue lo primero que pensé cuando me enteré, casi me arrojo del avión Jeanne, pero ya firmé un contrato y no puedo irme así como así.

—Vas a cagarla a lo grande. Entrarás en pánico y escupirás todo lo que nos conecta.

Es ofensivo que tenga tan poca fe en mí, pero tiene razón. Cuando entro en pánico comienzo a hablar y hablar como si no hubiera un mañana y confieso todo, mis travesuras y las de los demás. Si yo me hundo, se hunden conmigo.

—Si no me reconocen no me hablaran y si no me hablan, no entraré en pánico y si no entro en pánico, todo estará bien—trato de calmarla aunque mi voz se agudice por qué estoy más preocupada y alterada que ella. Agarro mi celular y cambio de cámara a la trasera y enfoco el espejo de baño en donde se ve mi disfraz completo— ¿Crees que me reconocerán?

La preocupación en su rostro es evidente y no es para menos. Estoy a pocos minutos de encontrarme con el padre de mi sobrina, él único hombre que ha sabido tratar a Jeanne y lo gracioso del asunto es que solo estuvieron tres días juntos.

¿Es posible enamorarse perdidamente en tres días?

—No pareces Jade, Jade. Trata de mantener la boca cerrada, tu voz es lo único que no ha cambiado desde que tienes 16.

Cuando nos volvamos a encontrar. ||1||Where stories live. Discover now