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•J A D E•
Londres...
De nuevo Londres...
Amo mi ciudad natal, pero ya no es lo mismo que hace un par de meses, ya no es mi hogar, no lo siento como mi lugar seguro y esto debería preocuparme. Mi contrato culmina en menos de un mes y dudo mucho que sea renovado con todo esto que se me ha a atravesado en el camino, tal vez Jimin se apiade de mi alma y me contrate para ser una maquillista de True Beauty o puedo aceptar la oferta de Min-ho quien me quiere como su maquillista personal, no me importa, con tal de no volver a Londres a maquillar señoras chismosas, todo estará bien para mi.
En esta ocasión me encuentro sola en el apartamento de Jeanne ya que ella decidió quedarse unos días más en Corea del Sur a petición de su hija y aprovechará esos días para enfrentar a JJ y decirle toda la verdad. Si no estuviera obligada a presentarme a la audiencia, estaría con ella dándole apoyo emocional porque de verdad lo necesita. Por otro lado, no concreté nada con Hoo Joon porque, a pesar de que llegamos a un tipo de acuerdo con Woo Bin en donde podíamos seguro con lo nuestro, aun seguimos sin dirigirnos la palabra.
Todos unos idiotas.
Coloco el blazer blanco sobre mis hombros frente al espejo de mi habitación y suelto un suspiro cansado al ver el traje color blanco complementado con un corset negro y un par de tacones del mismo color. Si por mi fuera ya habría desaparecido sin dejar rastro para no aparecer en el juzgado, pero esto es mucho más grande que mis pocas ganas de existir. Solo espero que todo acabe hoy.
Miro mi celular y suelto otro suspiro al ver el mensaje de Scotty quien me espera fuera del edificio ya que el me llevara al juzgado. Doy un par de golpes al aire para prepararme y agarro mi bolso antes de salir del apartamento. La verdad me siento apagada, muy apagada, sin ganas de comer, caminar o pensar, sin ganas de vivir en general. Hace mucho tiempo que no me sentía de esta manera y la razón de que me sienta tan indispuesta tiene nombre y apellido: Edward Harris. No quiero verle en este estado porque el idiota me conoce tan bien que con tan solo mirarme sabrá que me siento como una reverenda mierda.
Mientras llegamos al juzgado, charlo un poco con Scotty que parece tener buen humor esta mañana. Al llegar a las instalaciones mi abogado hace lo mismo que la última vez, aleja a los reporteros y periodistas murmurando un fuerte y contundente "Sin comentarios".
Somos unas de las primeras personas que llegan a la sala.
—¿Todo bien?—inquiere Scotty cuando nos hemos sentado en nuestro respectivo lugar—Estas muy distraída.
—Te voy a ser sincera, no me siento para nada bien. No he comido nada desde que llegué porque simplemente mi apetito se ha esfumado. Tengo que mantener mi relación en secreto mientras mi contrato expira y como si fuera poco discutir con HJ—paso mi mano por mi cabello sintiendo frustración ¡Joder! Vivir cada vez es más difícil—Quiero desaparecer o que mi vida sea como antes de cumplir 16 años...
