O6

3.8K 490 99
                                    

Guillermo no era un experto en el índole sexual. Nunca había estado con ningún alfa y los únicos encuentros que tuvo de joven era con otros omegas, pues creían que el era un alfa. Así que tener a Messi tratando de tomar la iniciativa comenzaba a ponerlo nervioso. La mano traviesa del argentino acariciaba con cuidado sus muslos, subiendo poco a poco y por debajo de la tela. No detenía el beso y eso provocaban que no llegara oxígeno a su cabeza, no podía pensar correctamente. El aroma del alfa lo envolvía y aunque sabía que no tenía nada que temer, su miedo por que las cosas llegarán más allá presionaba en su mente.

-- E-espera...

Logró decir el omega entre besos.

Messi sólo dio un sonido afirmativo de que lo escuchaba pero ahora sus labios descendieron por su mandíbula hasta su cuello. Todo era lento, las respiraciones y las caricias. Lionel mantenía su mano sobre sus piernas pero la otra comenzaba a deslizarse por su espalda.

Memo entró en pánico cuando sintió su propia lubricacion y decidió romper el tacto de inmediato.

-- Perdón, me estaba dejando llevar de nuevo.

El omega negó, no paro el beso por miedo a Messi, más bien tenía miedo de que ya no le gustara al ver su trabajado cuerpo y notar su nula experiencia.

-- No es eso, el asunto es que yo... nunca he tenido sexo...

Lo último lo dijo muy bajito, más bajo que un susurro.

-- ¿Qué dijiste? No escuché el final.

El mexicano suspiro, avergonzado.

-- Nunca he estado con nadie, de esta forma... n-no sé qué hacer...

Lionel entendió enseguida. Si su amiguito no había despertado del todo, con esa declaración definitivamente lo estaba ahora. Se acomodó sobre la cama y trató de ocultar su notable ereccion, no quería parecer todo un pervertido.

Messi comprendía, pero no podía evitar tener ahora más deseos de hacer suyo a Guillermo. Tampoco quería presionarlo y quería llegar a algo más que solo sexo, así que decidió demostrarle al omega que el era diferente a todos los alfas.

-- Entonces yo te enseñaré todo lo que sé.

Guillermo sonrío, toda su cara se pintó de rojo al imaginarse lo mucho que Lionel debía saber sobre el tema pero también un poco de celos crecieron en su interior.

Entusiasmado, se recostó del todo en el colchón y tiró de su playera para comenzar a desnudarse.

Messi notó lo que estaba queriendo hacer Memo y con rapidez y las mejillas sonrojada detuvo al mayor.

Con una risita nerviosa dijo.

-- No tenemos porque hacerlo ahorita, quiero hacer las cosas correctamente y eso significa darte tiempo y espacio. Te prometo que te haré tantas cosas que ni te imaginas pero por ahora vamos a conocernos. Déjame consentirte.

Guillermo sentía que no cabía de felicidad. Su característico aroma con un toque dulzón se esparcio por la habitación y Messi al darse cuenta del buen humor del omega comenzó a dejar salir igualmente sus feromonas. Ambos jugadores se recostaron sobre la cama y retomaron su sesión de besos, con cambios de ritmo, mordidas y sonrisas entre medio, pasaron lo que quedaba del día acurrucados.

Y para la noche, ambos estaban demasiado agotados, cayendo en un plácido sueño y olvidándose de todo.

unexpected - Messi x OchoaOnde histórias criam vida. Descubra agora