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Lionel no había previsto como es que las cosas podrían llegar a complicarse, pero ahora, a un mes de que termine su residencia en México se ha dado cuenta de que no tenía nada controlado en realidad. Guillermo tenía ya dos meses de embarazo, la pancita comenzaba a sobresalir y las citas con el médico se alargaban poco a poco.

La prensa no sabía aún de su relación y cada vez era más difícil salir junto su pareja sin que los reconocieran. El omega ya le había dicho que no deseaba vivir escondido pero se contradecía al decir que todavía no estaba listo.

El estrés de tener que preparar todo para la llegada del bebé y ver en donde podrían vivir juntos pesaba más y más sobre sus hombros. No era opción llevarse a Guillermo a Argentina, pues tampoco le darían más de tres meses como a él para residir. Y con más de seis meses no lo arriesgaría en un avión.

Sentía que no tenía opciones viables para resolver todo pero cuando una tarde cualquiera, sentado en el sillón junto a su omega dormido, un anuncio de salones apareció en la televisión.

"El mejor lugar para celebrar tu boda. Tenemos desde bellos jardines y espacios abiertos hasta salones elegantes y exclusivos"

Claro, que tonto. Si se casaba con Guillermo ambos tendrían las dos nacionalidades y podría vivir donde quisieran. Además, era lo único que faltaba para realizar su vida entera junto al omega, y poder formar su familia.

Tal vez al mayor le parecería muy rápido pero las cosas fluían tan bien que todo se sentía correcto. Eran destinados, aún si no hubo una señal como tal, Lionel así lo sentía, su lazo era una prueba de ella. Tan unidos.

Emocionado, le escribió tanto a sus amigos como a los del mexicano, quería preparar todo y saber las opiniones de ellos, porque no se olvidaba también que al final tendrían que hacerlo público, y sería una bomba que los medios se enteraran de una que el arquero de la selección mexicana fuera omega, estuviera en cinta y aparte se casará con el mejor jugador del mundo. Ni siquiera él se creía lo mucho que había cambiado su vida desde que conoció a Guillermo en el mundial. Casi cinco meses ya y estaba listo para los años que vinieran junto a su pareja.

Esa misma semana transcurrió cómo el resto. Guillermo chillando porque empezaba a subir de peso y Lionel haciendo bromas al respecto.

-- Si ya estás llorando por tres kilitos más no me imagino como estarás en el quinto u octavo mes.

Le dijo el alfa mientras comía una barrita de chocolate, recargado en el umbral de la puerta del baño y observando a Guillermo sobre la báscula.

El omega subió la mirada y con los ojos llorosos regaño a Lionel.

-- ¡Es tu culpa! Te la pasas comprando comida chatarra. Toda la alacena está llena de pan, galletas y dulces. Y siempre llegas con hamburguesas o alitas.

-- Pero si vos me las pedís. Y si no te traigo tus antojos también lloras y te enojas.

Y siempre era corrido del baño con algún desodorante que Guillermo le aventaba.

El nido era otro asunto. Lionel ya casi no encontraba ropa suya, ni limpia ni sucia porque el omega la ocupaba en la cama, envuelto en sus playeras, shorts y calcetas. Estaba seguro que un día saldría una rata de ahí, pero no tenía permitido mover nada siquiera para lavarlo. Tampoco se podía quejar, le encantaba pasearse por la casa en ropa interior, y más de una vez cachaba a Guillermo mirando si formado cuerpo.

-- ¿Qué pasá, amor? ¿Tenés antojo de esto?

Bromeó un día el menor, remarcando con la mano su miembro bajo el bóxer. El mayor se apeno al verse atrapado mirando de más.

Lionel no le había confesado, pero anhelaba tanto volver a follarse al omega, sobre todo con su vientre abultado, pero siempre que tocaba más allá y el calor se asentaba en el lugar, Guillermo se separaba y encerraba aparte. Incluso en las etapas de celo del alfa no le fue permitido pasar a su lado. Y Ochoa tampoco le había querido confesar la razón del porqué no quería mantener relaciones sexuales, pero la verdad era que tenía miedo, miedo de que ahora que su cuerpo cambiaba Lionel ya no lo encontrará atractivo y le dejará.

Aún así trataba de trabajar en sus inseguridades.

-- ¿Ya sabés que querés que sea?

Preguntó Lionel, sobando sobre la tela el vientre ajeno.

-- Sólo quiero nazca bien.

Respondió bajito. Ambos estaban acurrucados en la cama, relajados luego de haber cenado y tomar un baño.

-- Pues yo quiero que sea niña.

-- ¿Por qué?

-- Para que tenga tus rulos, y los tenga muy largos para peinarla en una coleta.

-- Si es niño también puede sacar mi cabello, y lo podrás peinar.

-- Créeme, todos los hombres de mi familia son tan lacios como la baba de caracol. No importa con que genes se combinen.

-- Bueno, lo que sea estará bien. Ya lo sabremos dentro de unos meses.

Lionel alzó su cara que tenía recargada sobre el pecho de Guillermo. Se acercó a darle un suave pico y apagó la luz finalmente.












N/A

Así estaba Messi cuando vio el comercial de los salones.

Btw, quiero recordarles los tiempos, por si se les cuatripearon

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Btw, quiero recordarles los tiempos, por si se les cuatripearon. Pero tomando las fechas reales del mundial acaba como a mediados de diciembre y Lionel no contacto a Guillermo hasta finales de Enero, ese mismo mes se embarazo (que suerte verdad) y Lionel solo tenía tres meses para vivir en México a partir de ahí, como ya pasaron dos, están por finales de marzo y si, lamentablemente el bebé será virgo. 🙏 Oremos.

Btw, votación.

Niña

O

Niño

unexpected - Messi x OchoaWhere stories live. Discover now