unexpected - Messi x Ochoa

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Un mes y medio después las cosas entre Guillermo y Lionel estaban calmadas, en su lugar y en armonía. El alfa había arreglado con la embajada de Argentina un permiso para recidir tres meses en la ciudad de México a causa de "trabajo". Ser tan reconocido y tener contactos en todos lados le habían servido muy bien para la ocasión. Ahora Lionel había traído sus tres maletas al departamento de Guillermo y sólo compró lo que le hacía falta como productos de higiene personal.

El alfa se encontraba en la cocina, con la mesa servida y la comida caliente.

-- ¡Memo! ¿Por qué tardás tanto? Ya está el almuerzo.

El omega ya había terminado de bañarse desde hace diez minutos, pero se había quedado embobado frente al espejo. Tenía puesto un pants holgado azul rey y una vieja playera del Ajaccio.

-- ¿Estaré gordo o en cinta?

Se preguntaba a si mismo mientras acariciaba su pancita. Su abdomen marcado seguía ahí, pero con una ligera inflación en su vientre bajo.

-- Mi amor, que seguís haciendo aquí en el baño.

Messi se había cansado de esperarlo y por fin fue por el pasillo a checar que ocurría con su omega. Al empujar la entreabierta puerta se encontró al mayor de perfil, mirando curioso su estómago.

-- ¿Qué pasá? ¿No podés hacer del baño...?

-- Creo que deberías ir a la farmacia por una prueba de embarazo.

Dijo el omega entre asustado y preocupado. Lionel comprendió por fin y emocionado se acercó e inco frente a Guillermo, abrazando sus piernas y colocando su oído sobre su vientre.

-- Decíme que no es joda.

-- Todavía no es seguro... pero si note últimamente un cambio en mi alimentación.

Ochoa trató de empujar por los hombros al contrario para que se alejara, pero estaba pegado como chicle.

-- Ve por eso, necesitamos saberlo ya.

En realidad Memo no estaba muy seguro de querer saber porque, ¿qué pasaría si si estaba en cinta? Ya estaba a tres pelos de cumplir los cuarenta, ¿no era una edad ya avanzada para que un omega quedara preñado? Además, no podría ocultarlo y la prensa tendría que enterarse de que era un omega, ¿qué pensarían de él? ¿Qué dirían los medios al salir embarazado tan mayor? Y sobre todo, ¿qué pasaría con la carrera de ambos? Si bien el alfa en un inicio había decidido dejar el fútbol, Memo había logrado convencerlo de no hacerlo, todavía le quedaban unos buenos años y aunque Messi tratara de negarlo, sabía que era su sueño, su vida entera dedicada a su país, a su gente, a su equipo y a la playera, el fútbol era más que un trabajo para el argentino. ¿Se vería bien que después de tantos años sin que confirmara una pareja, diera la noticia de que ya hasta padre sería? La preocupación y el estrés hicieron un calvario en el mexicano.

Una hora más tarde, ya comido y con la prueba hecha, Guillermo y Lionel estaban parados afuera del baño, el primero dando vueltas de un lado al otro del pasillo y el segundo con una ansiedad que le picaba en las manos, queriendo sostener ya el plastiquito que diría si tendría un hijo o no.

Pasados los quince minutos, al fin se acercaron a ver la prueba sobre el lavabamos y con las manos entrelazadas vizualizaron la cruz.

-- ¿Eso que significa, che?

--Creo que significa que tendremos un bebé...

Susurró Guillermo, queriendo que eso fuera un sueño.

Lionel saltó de felicidad, sus feromonas saliendo e indicando lo contento con la noticia. Con todas su fuerzas tomó a Guillermo y lo cargo solo dando una vuelta y dejándolo de nuevo en el piso. Estaba eufórico, pensando ya en cómo sería todo, desde comprar la ropita y ambientar un cuarto especial para el bebé hasta su nombre en caso de ser niño o niña.

El omega en cambio estaba pasmado, no podía negar que una parte de él estaba feliz, con el aroma del alfa y su recibimiento sabía que era algo que quería, pero su contraparte estaba inquieta. Un hijo era una enorme responsabilidad y ni siquiera estaba en sus planes ser padre, no tenía idea de nada de crianza y los meses de gestación también le preocupaban. Quería hablar con Guardado.