Cap 56

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Narra Estefanía.

Subimos al ducto y cerramos la entrada, por un pequeño agujero pude observar que los hombres entraron y revisaron todo y después se fueron.

Mi instinto me decía que fuera hacía la izquierda y eso hice, nos dirigimos gateando derecho hacia la izquierda, seguimos gateando hasta que miramos una luz que salía de una entrada. Llegamos hasta la luz y observamos que era una habitación estaba sola así que decidimos bajar lentamente.

Al bajar la inspeccionamos y no había nada raro.

–Que tan lejos estamos del pasillo 12 Angel.

–No muy lejos síganme.

Angel salió de la habitación primero y nos hizo una seña lo seguimos hasta salir completamente de ese pasillo.

Mala idea...

Los hombres que tenían máscara de payaso estaban ahí y empezaron a dispararnos, saque mi arma y dispare mientras me escondía detrás de un mueble.

–¡MARINO CUBREME!

Marino me cubría mientras yo corría y a la vez disparaba, le di a dos de los hombres en el pecho y Marino le disparo a otro.

Todos los guardias que estaban afuera ya estaban adentro, los disparos eran el único sonido que se escuchaba por toda la prisión gritos, súplicas, llantos de hombres pidiendo por su vida.

Trataba de recordar cómo llegar al pasillo 12.

¡Un ascensor!

Al fin algo bueno, pero no quedaba cercas Ángel me comentó que estaba a 15 minutos.

Mis guardias comenzaron una masacre en la prisión las paredes no tardaron en cubrirse de sangre al igual el piso. Mientras buscaba el camino más rápido para llegar al Ascensor escuché el sonido de un arma recargarse.

Una persona está atrás de mi...

Lo puedo sentir...

Recargue la pistola y rápidamente me di la vuelta antes de que disparará el hombre que estaba frente a mi, dispare a su cabeza y al instante calló al piso. Otro hombre llegó por enfrente corriendo y dispare a su pecho.

Corrí lo más rápido posible, disparos se escuchaban cada vez más cercas eso quiere decir algo.

Me están siguiendo...

Al darme la vuelta para observar hacia atrás mire como muchos hombres con máscara de payaso venían hacia mi con todo tipo de armas.

No hay duda quieren matarme...

Aceleré los pasos con miedo, tal vez mis guardias ya estén muertos y sea la única viva en este lugar. Tomé la Metralleta que traía en mi cintura y comencé a disparar hacia atrás los hombres no se quedaron atrás y disparaban.

Sentí un fuerte ardor en mi brazo...

Me habían disparado en el brazo pero eso no me iba a detener seguí disparando mientras caminaba hacia atrás, hasta que llegue al ascensor corrí rápidamente hacía el y me adentré.

Los hombres se acercaban cada vez más rápido.

–¡CIERRA MALDITA PUERTA!–Grite golpeándola.

Para mí desgracia cuando estaba apunto de cerrarse por completo un hombro logro entrar.

Ese hombre traía muchos cuchillos y una pistola.

–Llego tu hora muñequita–Dice.

Me da un fuerte golpe en mi pie que me hace caer.

–A quien se le ocurre venir a este lugar embarazada claro a Estefany Harrison Jaja–Dice el hombre burlándose.

Tomé fuerzas y le pegue un fuerte puñetazo en la nariz haciendo que su mascara se callera.

Era un hombre con muchas cicatrices en su rostro y su mirada reflejaba maldad.

–¡Que hiciste maldita!

Me tomo del cabello y me lanzó hacia la pared, mi frente se lastimo y empezó a salir sangre de mi frente y nariz.

No pensé y le dispare en la frente.

–¡PUDRETE EN EL INFIERNO!

Lo remate disparándole en todo el cuerpo. La puerta del ascensor se abrió llegando al piso de arriba había muchos policías, prisioneros y hombres con máscara de payaso muertos, las paredes estaban cubiertas de sangre.

Camine apuntando con la pistola a todas partes.

–¡AH!–Grite al ver una mano cubierta de sangre en mi pierna.

–Ayudame...por favor ten piedad de mi.

Era un policía todo su cuerpo estaba cubierto de sangre y la mitad de su cuerpo casi a la mitad era horroroso.

No dije nada solo corrí asustada y cada vez miraba gente muerta todo era sacado de una película de terror...

–¡AYUDA!–Se escucha una mujer gritando.

Me dirigí a esa dirección y mire a una señora no muy mayor con un hombre en sus brazos que estaba herido de bala.

–Ayudame señorita está herido–Dice la mujer llorando.

–Que paso.

–Unos hombres con máscara de payaso le dispararon y mataron a todos tuve suerte pero ayúdeme por favor–Dice llorando.

Tome mi celular y marque a la mansión.

–Necesito una ambulancia urgentemente, si, rápido por favor hay personas heridas, ajá y cierren el hospital nadie más puede entrar, ok rápido–Corte la llamada y mire al hombre.

–No es seguro aquí debemos llevarlo a una habitación.

La mujer asiente con la cabeza, tome al hombre de un brazo y lo puse en mi hombro la mujer hizo lo mismo. Lo llevamos a una habitación cerca y cerré la puerta con llave.

–No dejes de presionar su herida por favor–Le dije a la mujer.

–No puedes dejarme Osvaldo no ahora que los dos nos confesamos nuestros sentimientos–Dice la mujer.

Sentí mucha pena por la mujer se ve que enserio quiere a este hombre.

–El estará bien, todo esto se terminará–Dije con esperanza.

–Niña que estás haciendo dentro de esta masacre y embarazada–Dice la mujer.

–Es una larga historia–Dije.

–Tu debes de ser la esposa de Max–Dice el hombre con pocas fuerzas.

–¡Usted conoce a Max!

–Se lo llevo el diablo...

Después de que dijo eso el hombre cerró los ojos y se desmayo.

–El diablo? ¡Quien es el diablo!

–Es el encargado de esta prisión–Dice la mujer.

–¡A dónde se lo llevó!

–No lo se–Dice la mujer.

Mi vista se puso borrosa estaba por caerme pero la mujer me detuvo.

–Estas bien–Pregunta.

–Si estoy bien–Dije.

El dolor se apodero de mi cuerpo completamente haciéndome caer de rodillas, mi vientre dolía horrible y suspiraba pesadamente por el dolor. Era peor que un impacto de bala era un dolor inexplicable.

Oh no por favor.....






Continuará....




Una disculpa por no actualizar pero aquí tienen dos capítulos más 😁

Casada con el Jefe de la Mafia Where stories live. Discover now