Capítulo 9: Un día rojo.

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Viktoria Románova





Al lugar a donde me llevo Alek es a una oficina, sinceramente pensé que me llevaría a un club, pero no, ahora estoy sentada en una sala de conferencias porque el concejo se encuentra en Alaska y hará la reunión aquí en el edificio de K&K «su edificio para ser más clara».

- Hoy entras en el negocio finalmente, mi hermano te dará la finanza de la Bravat - dijo Alek.

- ¿Por qué el Boss no ha eliminado al concejo? Debería de cambiar las reglas, porque ese montón de viejos son inservibles y traicioneros. - comenté y Alek ladeó una pequeña pero linda sonrisa.

- Tienes toda la razón - respondió y los hombres del concejo venían entrando. -, en el ancianato dan permiso para salir Vik.

- Impertinente como siempre - dijo Gregory en lo que entró.

- Tienes toda la razón - dije mirando directamente al Boss. - Alek.

- Buenos días - saludó el más viejo del concejo, que por cierto estaba ¿Temblando? «¿Tenía miedo de Gregory?». - Hoy nos encontramos con alguien muy poderoso en todas las mafias - trago en seco, le estaba costando hablar - Viene de una de las más grandes familias.. - mire a Gregory acusándolo con la mirada y se encogió de hombros. - ella es Viktoria Románova, la primogénita de Daniell Románov - la sala quedó en un silencio profundo, que lo rompió Gregory con su imponente actitud.

- Mi prometida y dama de la mafia - los viejos tenían una cara de horror, porque no podían creer que yo estuviera viva despues de lo que ellos me hicieron -, a partir de hoy es la que se va a encargar de las finanzas de la Bravat, de toda la mafia rusa. - en especial había un señor que hace mucho tiempo quiso pasarse de listo, pero padre no pudo cumplir con su castigo.

- Señor Williams - dije acercándome a él. -, hace mucho que no nos vemos - susurré en su oído, el pobre estaba temblando. - tenemos cuentas pendientes - dije y me aleje de él. - Ya todos saben de mi, así que dejen esas caras de terror - sonreí y ellos estaban como en un tipo de shock por mi aparición en la mafia.

- ¿Nos vamos? - preguntó Alek, contento de haber terminado la reunión.

- Claro - contesté.

- Esperen en mi oficina - ordenó Gregory, con su voz de dictador. Caminamos en silencio hacia la oficina de mi prometido y al llegar estaba la misma chica que estaba esperando a Gregory en la casa.

- Hera ¿Qué haces aquí? - preguntó Alek, en un tono escalofriante.

- Gregory me trajo con él - respondió la tal Hera, «¡Es que anda con esa puta barata!»

- No te soporto - dijo Alek, yo por mi parte tomé asiento en la silla de Gregory, haciendo que la mujerzuela tensara la mandíbula de la rabia.

- Me gusta tu sinceridad Alek - le dije riendo.

- Están todos - exclamó Gregory, mirando fijamente en el lugar donde estaba sentada.

- ¿Para que nos dijiste que te esperemos aquí, sabiendo que odio respirar el mismo aire que esta puta? - cuestionó Alek, al borde de su paciencia.

- Tengo que darles una noticia, algo privada - respondió, la mujer me miraba como si ella fuera superior a mi.

- ¿Qué tengo que ver yo aquí? - pregunté.

- Eres mi prometida - dijo lo obvio y no lo contradije porque quería saber la noticia. - Hera está esperando un hijo mío -, esto si que era lo que menos esperaba.

- ¿Soy libre de tí? - pregunté verdaderamente contenta o eso quería creer.

- Es enserio ¿Con la puta? - preguntó Alek sin poder creerlo.

El Boss [UR 01]Where stories live. Discover now