Capítulo 30: ¿Ellos?

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Viktoria Románova


Al llegar de la clínica fui a dormir porque estaba muy cansada, y no hace nada me desperté por fuertes gritos que provenían de abajo en la sala y en una de esas escuché a Val llorar, me vestí presentable con un vestido de verano negro y largo con una sandalias brillantes bajas.

— ¿Alek? — lo llame pero no me escuchaba o era que me estaba ignorando, estaba sentado al final de la escalera como en un trance y estaba llorando escuchando la discusión.

Camine al lugar y entre de golpe para ver qué sucedía, habían dos hombres uno era más mayor que el otro al igual que la señora aunque sus años no fueron en vano porque aún se veían muy bien y me recordaba a Alek los dos.

— Angel, mi querido ángel — se acercó el hombre más joven que parecía de la edad de Gregory y eran idénticos.

— No te acerques más — demandé y el me miró con admiración en cambio los señores me veían con asco.

— Gregory necesito hablar contigo — dije pero sin quitar la mirada de los intrusos.

— Nos los quiero aqui y mucho menos a ti — señaló al hombre que se me quería acercar. — Igor llevártelos.

Gregory salió de la sala conmigo y lo lleve directamente al lugar donde se encontraba Alek en una especie de trance del que aún no salí.

— Al bajar la escalera lo ví así — le comenté y el asintió.

— Valentino está en el patio con Lexa y Viktor jugando — me dijo queriendo que lo dejara solo y así hice.

Camine hasta el patio y ellos estaban en pasto, Viktor trataba de quitarle lo juguetes a Val pero el le pegaba cada vez que lo tocaba así sea en la cara, muy agresivo él.

— Al fin despiertas — se echó a reír Lexa y me senté con ellos en el pasto.

Ellos me quitan mi energía — reí pero a Lexa no le hizo gracias mi comentario —¿Por qué me miras así?

— ¿Ellos? — preguntó y reí sabiendo que aún nadie sabia cuántos eran.

— Cuando de a luz lo sabrás — dije y no era porque no quisiera decirle cuántos eran si no que ella es muy débil en ese caso y eso no es algo que lo pueda saber cualquier persona.

— Me tienes que decir — se quejo.

— No es mi deber hacerlo — deje claro y ella no me reprochó.

Pase la tarde con ellos y comimos nuestra merienda, al entrar a la casa ya era de noche y Alek con Gre no se encontraban por ninguna parte de la casa, solo estaba Leah, Nicolette, Iván e Igor; los otros dos seguramente llevaron su conversación a otro lugar más privado.

Cene con todos y aún ellos no llegaban, Val estaba cansado y quedó dormido al instante pero yo aún no podía dormir, estaba merodeando por toda la casa aburrida y a la espera de mi esposo.

No sé en qué momento llegué a la habitación pero ya se hallaba a Gregory a mi lado dormido y seguí mi sueño que cada vez se hacías más sabroso.


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— Valentino no — lo regañe pero me seguía jaloneando el cabello mientras que él reía a carcajadas.

El Boss [UR 01]Where stories live. Discover now