Capítulo 35: Somos nosotros.

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Gregory Kuznetsov


Sabía que algo iba a suceder desde que salí de la casa al dejarla sola con el niño sin compañía, pero tenía que ir a la oficina y tampoco la quería llevar conmigo por el temor de que nos atacarán.

— Igor es mejor que te regreses y cuides de Viktoria — le dije a eso de las cinco de la tarde.

— Ella está bien — respondió.

Lo deje pasar, pero a cada tanto revisaba sus ubicaciones y todo se hallaba en orden. Yo sabía que él estaba tras Viktoria y no podía dejarla ver de él aunque se que ya todos saben que ella está embarazada pero no saben que son trillizos y es una gran ventaja. Ya era hora de volver a casa pero antes tenía que ir al club de Iván porque me ofrecí con tal de que él cuidara de Viktoria, el camino es largo porque está ubicado a las afuera de la ciudad.

— Nos están siguiendo — dijo Igor pero yo lo sabía desde que salimos de la oficina.

— Lo se, tranquilízate — le dije pero el se hallaba inquieto en el puesto de copiloto.

Llegamos al club y baje con total tranquilidad fingiendo que ellos no estaban siguiendonos. Ayude con lo que Iván me encargo, Igor entró a la oficina con una rapidez.

— Tenemos que salir ahora mismo porque él está aquí y precisamente no es para hablar — notifico Igor mientras dictaba órdenes a través del auricular.

— Vete ahora — le ordene y él quedó desconcertado. —, te necesito al lado de Viktoria.

Algo me decía que en la casa iba a suceder algo, me asome por la pequeña ventana y él no se encontraba entre los asiáticos. Asustado, si y solo por Viktoria y los niños, porque estos idiotas a mi no me van a matar jamás, primero los mato a ellos, Igor se fue de la oficina pero yo sabía que no se iba a ir sino que mandaría a unos de los chicos, lo ignore y cargue mis armas. No se que estaba pensando pero salí del club empezando a disparar con la adrenalina a mil recorriendo mis venas como si fuera sangre, varios de los hombre cayeron al suelo y los otros disparaban, me escondi detras de un contenedor de basura pero igual disparaba desde ese ángulo. Todos estaban tirados en el suelo, Igor ya se había marchado y los demás hombres me ayudaron a limpiar el desastre.

No se de donde salio el puto asiático pero sí sé que me dio por debajo de la clavícula y como no tenía balas me empezó a golpear, agarre estabilidad y le devolví los golpes, uno tras de otro pero el asiático era fuerte tambien recibi de su parte, lo deje tranquilo viendo como lo había dejado irreconocible. Mi teléfono tenia rato vibrando con una alteración del ship de Viktoria que me notificó su pulso, estaba alterada. Me levanté del suelo y agarre las llaves de un carro de mis hombres, cogi la carretera como alma que lleva el diablo y había tráfico, sabía que ella estaba en peligro porque no dejaba de alterarse hasta quedarse tranquila y temí lo peor. Llegue a la casa y subí las escaleras, estaban todos alrededor de su cama también se encontraba el doctor y mis alarmas se encendieron.

— Ella está bien — dijo Igor.

— Maldita sea por esto fue que te dije que te vinieras antes — le grite y me le fui encima golpeándolo.

Escuchaba a Iván diciendo que lo soltara pero yo estaba cegado por la ira hasta que Alek me alejo de él, mi pecho subía y bajaba y no me habia fijado que nos encontrábamos en el pasillo, Igor se había defendido y me dejó desconcertado aquel gesto porque él jamás había hecho eso.

El Boss [UR 01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora