I.

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Luna Páez

Era el gran día, el día que llevaba años esperando. Había llamado a un Uber para que me llevara a Ciudad Deportiva Joan Gamper. Mientras esperaba me pase dando vueltas por toda la casa mientras me temblaba todo el cuerpo de los nervios. Mi corazón iba a mil, no había estado tan nerviosa en mi vida y encima iba a ir sola, ya que, mi hermano había tenido que irse antes. Los minutos pasaron y vi como mi Uber se estaciono enfrente de mi casa, así que cogí mi bolsa y salí de casa. Por suerte el conductor que me tocó era majísimo y me estuvo todo el viaje dando conversación, y la verdad es que se lo agradezco porque necesitaba distraerme con algo. Después de un rato llegamos a la entrada del recinto, salí del Uber y vi como en la puerta había un mogollón de personas intentando sacarse fotos con alguien, y ha la que me acerque mas me di cuenta que ese alguien era Pablo Gavi, mi hermano. Pablo me estaba esperando para entrar con él, pero obviamente no estaba solo, estaba acompañado de cinco seguratas, que se estaban encargando de que la gente no entrara al recinto para acercarse a él. Me costó pero logré pasar entre la gente y vi como Pablo le hacía una seña a un segurata para que me dejara entrar.

- Espero que no se así todos los días- le dije a mi hermano riéndome mientras que iba a abrazarlo

- Tenía planeado que las próximas veces vinieras conmigo en coche- me dijo riendo también mientras que me tenía entre sus brazos

-  Contigo y con Pedri, por que el que trae es el- le dije separándome de el

- Bueno si, pero al final es lo mismo- me respondió mientras que empezaba a andar

- Te conozco demasiado como para saber que ni siquiera se lo has dicho a él- le dije yo mientras le seguía

- A el no le importa traerte a ti también- me respondió sin ni siquiera mirarme

- Tu primero dile y después ya veremos- le dije para cambiar el tema de conversación

- Lo que tú digas. ¿Estás nerviosa?- me preguntó mientras abría la puerta principal del edificio

- No he estado más nerviosa en mi vida- le respondí con una sonrisa nerviosa

- Relájate, todo va a salir bien. Eres la mejor fotógrafa que conozco y encima ya conoces a todo el equipo- me dijo él y de pronto se paró en seco

- Lo se pero nunca pensé llegar aquí- le respondí mientras me empezaban a sudar las manos

- Pues yo siempre supe que ibas a conseguirlo- me dijo con una sonrisa y yo le respondí con otra

- Antes de entrar. ¿Tengo que saber algo que todavía no me has dicho?- le dije mientras que me volvían todos los nervios que tenia en casa

- No, pero te recuerdo que si quieres hablar conmigo o cualquier otro jugador tiene que ser cuando estemos en algún descanso- me dijo y cuando le iba a responder él siguió hablando- Allí dentro tienes que ser una trabajadora más

- Lo se, tranquilo- dije

- Venga vamos a dentro que va a empezar ya- me dijo empezando a subir las escaleras

- Habrá alguien para guiarme un poco ¿no?- le dije mientras que cada vez que subía una escalera mi corazón bombeaba la sangre mas rápido

- Claro- me respondió

Llegamos al campo donde ya estaban todos los jugadores, Pablo me dio un beso en la frente, me deseo suerte y fue en trote hasta sus compañeros. Notaba como si muchas personas me observaban y la verdad es que era así, ya que mi hermano no había sido muy discreto despidiéndose de mí. Intente no tener contacto visual con ningún jugador, pero por sus expresiones podía ver que todos estaban sorprendidos de verme allí. De repente un chico que nunca había visto antes, apareció con una sonrisa.

Mis fotografías favoritas [Pedri González]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora