Mis fotografías favoritas [Pedri González]

XXXIX.

Luna Paez

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23 DE NOVIEMBRE

Debería quitarme la costumbre de no escribir cuando me pasan las cosas, porque luego me toca escribirlas todas de golpe y no se ni como empezar.

Primero de todo, ya estamos en Qatar desde hace unos días, madre mía el calor que hace aquí, es como estar en un horno todo el día. Pero el peor momento es cuando me toca trabajar, lógico ¿verdad? Bueno, no es por lo obvio, si no por que estar dos horas y media a la mañana y otras dos horas y media a la tarde, sacando fotos mientras el sol abrasador hace que mi cuerpo esté a punto de derretirse, no es muy agradable. Hoy ya es el primer partido de España, estoy nerviosa no, lo siguiente. Debería estar ahora mismo preparándome para cuando Liam me avise de que ha salido de su alojamiento yo ya esté lista para pillar un taxi e ir al campo, sin embargo, estoy aquí escribiendo la locura de días que llevo.

Ahora viene lo más importante, Pedro. DIOS QUE GANAS TENIA QUE LLEGARA ESTE MOMENTO. PEDRO Y YO, VOLVEMOS A SER NOSOTROS. Ha pasado más de una semana pero al pensarlo sigo emocionándome como el primer segundo. Voy a tranquilizarme para explicar bien nuestra situación y todo lo que han pasado estos días entre nosotros. ¿Qué somos? pues... la verdad es que no tenemos ninguna etiqueta, no hemos vuelto. Hemos decidido empezar desde cero, que las cosas vayan a su tiempo, como hace meses. Esto solo lo saben 4 personas,dos de ellos somos nosotros y sí, evidentemente las otras dos personas son mi hermano y Liam. ¿Por qué? fácil, tiene dos razones, la primera para que nadie se meta en nuestra vida y la segunda, es por la federación. Los jugadores y todo el grupo técnico de la selección española, dormimos en el mismo hotel, entonces, si se enteran que el canario y yo seguimos teniendo algo, me van a hacer alojarme en otro lugar, haciendo que, apenas lo vea a él, como a Pablo, ya que ellos no pueden salir de allí, solo un dia que les dejaran libre.

A diferencia de los jugadores, yo si puedo salir del hotel, así que estos días que llevamos aquí, aprovecho el tiempo libre que tengo a las tardes y a las mañanas para estar con Liam  conociendo la ciudad. Apenas ha pasado tiempo desde que se mudo a Madrid pero lo echaba tanto de menos, cada rato que pasó con él lo aprovechó todo lo que puedo y más.

Necesito escribir más y más, pero tengo el tiempo en los talones, así que dejo esto por hoy y en pocos días vuelvo a escribir. Espero que me dé tiempo a prepararme antes de que Liam me haga esa llamada.

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Metí el diario en el cajón de la mesilla y fui directamente al baño individual que tenía en mi habitación, para poder darme una ducha. El baño de agua fría fue lo mejor que me pasó en lo que llevaba de día, pero del calor que hacía no tardó ni dos minutos en desaparecer el frescor. Me pose ya la ropa que iba a llevar al partido, que consistia en unos pantalones cortos negros, unas zapatillas nike basica negras y la camiseta de mi hermano de la seleccion. Al terminar de vestirme mi móvil empezó a sonar, era Liam, ya había salido, estaba de camino al campo, rápidamente volví al baño. Me peine el pelo, me maquillo un poco, rimel y corrector, nada más y para terminar hice el bolso a la velocidad de la luz.

Tras un buen rato intentando subir a un taxi libre y un largo atasco, estábamos sentados dentro del campo. Los chicos estaban calentando cuando mi hermano y su mejor amigo posaron sus miradas en nosotros, inmediatamente me giré para que Pablo viera su dorsal. Me respondió con una sonrisa enorme, sin embargo, el canario hizo de bromas el gesto de celos y no pude evitar girar el cuerpo de Liam para que vieran el dorsal que llevaba. Si, el chico que llevaba al lado tenía la camiseta de Pedro, por muchas diferencias que tenían entre ellos, a él le parecía un jugador increíble. Todos nos reímos, como lo hacíamos hace semanas en nuestra casa, entonces, volví a sentir un sentimiento precioso, que no podría ni explicar.