El juego del hada malvada

Prólogo

Esto debe ser una broma...

Lia Tamis era una estudiante universitaria que de repente despertó en un mundo lleno de oscuridad y miedo.

El reino de Tharlis era el lugar donde se desarrollaba la historia que estaba leyendo antes de quedarse dormida, el reino de los sueños, la típica historia cliché dónde el villano tenía el poder de la oscuridad y el protagonista el de la luz.

Lo cierto era que en un principio creía era una historia BL, sin embargo, terminó decepcionada al descubrir que era una novela terriblemente predecible con un villano poco aprovechado y un protagonista con un poder extraordinario al que todo le resultaba bien.

La historia tenía una narrativa atrapante, un mundo interesante además de un protagonista divertido, pero lo cierto era que lo mejor de la historia era la villana final.

"Si estoy en Tharlis es porque la historia no hace mucho comenzó"

Una hermosa figura blanca se movía en la oscuridad, sus movimientos gráciles dejaban claro que la criatura no pertenecía a ese mundo.

"La puerta espiritual fue abierta y trajo a este mundo la oscuridad"

Lía se concentró tanto en lo que conocía de ese mundo que no notó a las criaturas de sombra que se acercaron a ella de forma sigilosa.

"¿Vienes a destruirnos?"
Habló una figura sombría con enormes cuernos y una cola.

En otras circunstancias Lía se habría asustado, pero en cuanto se dio cuenta de quién le hablaba algo le dijo que no había nada que temer.

"¿Por qué piensas eso?" Preguntó y se sorprendió con lo seductora de su voz.

La sombra también pareció sorprenderse, pero se mantuvo firme ante ella.

"Eres un dios" respondió la criatura de sombra.

La realidad de lo que ocurría se le había revelado desde el principio, así que lo de ser una deidad, técnicamente era cierto, pero no sentía que fuera correcto ufanarse de saber que estaba en un libro.

"¿Por eso debería destruir?"
Preguntó con voz suave e inocente.

Así que decidió seguir hasta cierto punto la historia original.

La criatura sombra se sorprendió por la pregunta, no esperaba que el dios frente a él preguntara algo que era obvio.

Él, que había sido humano entendía lo básico que sabe todo ser vivo, discernir lo bueno de lo malo.

Pero luego de un tiempo recordó lo que había escuchado sobre los seres brillantes de otro mundo.

Las hadas no son buenas ni malas son lo que el mundo espera de ellas.