CAPÍTULO 7🤍

1.1K 104 14
                                    

Debo confesarlo

Mentí cuando dije que saldría a hacer ejercicio, en realidad era el pretexto perfecto para que Clara no quisiera acompañarme.

Estábamos a 16 de octubre, eso quiere decir que falta una semana y media para el cumpleaños de Clara y como soy una pésima amiga, aun no tengo su regalo.

Había planeado esto desde dos días antes de la firma, quería obsequiarle algo que tuviera un significado lindo para ella, pero conociéndola como a la palma de mi mano, no sabía con exactitud que podría tener tanto valor para ella.

A quien engaño, no tengo idea de que regalarle.

Camino por las tiendas del centro comercial esperando ver algo que me llame la atención o ver algo que diga "A Clara le encantaría esto" pero no encuentro nada, solo veo vestidos que de seguro ya tiene y además tiene un gusto un poco estricto, no todo le puede gustar.

Agradezco al top deportivo, si no fuera por el no se en donde hubiera metido el dinero y el celular sin llevarme un bolso.

Me detengo a mirar en una tienda de perfumes, ¿le podría obsequiar un perfume?

Niego con la cabeza al pensarlo, tal vez pensaría que le estoy diciendo que huele mal.

Doy la vuelta dispuesta a marcharme de aquel centro comercial, pero una idea cruza mi mente y me detengo.

Algo que tenga un significado.

Comienzo a caminar un poco rápido en busca de una joyería dispuesta a ayudarme con lo que tengo en mente.

Entro en la primera que veo, pero me arrepiento por que la mirada que me dedica la chica del mostrador no es nada amigable. Me sacudo el polvo imaginario de la licra que llevo puesta y finjo prestar atención a las distintas joyas que hay en los mostradores y vitrinas.

— ¿La puedo ayudar en algo? — pregunta la chica a mis espaldas.

—No gracias.... bueno en realidad quería preguntar algo —me acerco hasta quedar frente a ella. —Me podrías mostrar todos los dijes que tengas para las....

—Permíteme —me interrumpe y desaparece por una puerta detrás de ella.

Me quedo sola alrededor de cinco minutos y como la chica prefiere hacerme esperar mas me dispongo a observar todo otra vez.

Había anillos de compromiso demasiado lindos, pero no me quede a mirarlos mucho tiempo, pensar en matrimonios no era algo prioritario en este momento de mi vida.

Tal vez a la Ally de hace tres años le habría hecho ilusión hablar sobre bodas, pero eso ya quedo en el pasado.

La chica regresa después de varios minutos, en sus manos sostiene una bonita caja plateada y la deja en el mostrador, parece tener clave por que tarda algunos segundos en abrirla.

—Son estos —dice mientras gira la caja para que yo pueda ver que hay dentro.

Había varios demasiado lindos, pero no encontraba el que mi mente me había mostrado. Pero si encontré uno que llamo muchísimo mi atención.

Era un dije de un libro abierto.

Era demasiado lindo para mis ojos, tenia pequeños detalles en color celeste y dentro del libro se podían ver las pequeñas letras grabadas. Sin duda algún día vendría por él, pero ahora estaba aquí para enfocarme en el regalo de mi mejor amiga.

—Puedo preguntarte otra cosa —le dije aun con la mirada en los dijes. No la escuche responder, pero tome su silencio como un "si" — ¿Ustedes fabrican los dijes?

Todavía Te QuieroWhere stories live. Discover now