CAPÍTULO 38🤍

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Estaría para Logan tanto como él estuvo para mí en mis peores momentos, de eso no tenía duda.

Pero encontrar un vuelo, pedirle a paula que suspendiera o cambiara de fecha con la agente inmobiliaria para visitar el local de mi próxima librería, hacer las maletas para tres días, por que estaba claro que Logan debería pasar mas tiempo con su padre antes de que pasara lo de la eutanasia.

El padre de Logan había programado su inyección para el día 29 de diciembre, si me piden que sea sincera, considero que son unas fechas horribles para ese suceso. A nadie le gustaría perder a su padre días antes de que termine el año en donde debería ser una época familiar.

Eran tantas cosas que hice de ultimo momento, pero aun así tome mi laptop para trabajar el momento en que Logan necesitara tiempo a solas con su padre.

Nos quedaríamos en mi casa, amenos que Logan prefiriera irse a dormir con su padre.

Di un apretón a su mano en el momento en el que entramos al aeropuerto.

Preferimos viajar en avión porque llegaríamos más rápido y no en auto en donde pasaríamos casi cuatro horas manejando.

Colocamos las maletas en el lugar correspondiente, y tomamos asiento en una de las sillas de espera con nuestras manos entrelazadas y la mirada perdida en la gente que viajaba para pasar fin de año en otro lugar.

Recargue mi cabeza en el hombro de Logan mientras el daba caricias en los nudillos de mi mano.

Se veía tranquilo, pero sabía muy bien que en si cabeza nada era tranquilo, me gustaría decirle algo que lo hiciera sentir mejor, pero nada de lo que dijere seria suficiente, solo me quedaba sostener su mano por el resto de estos días.

Tenia que decir algo para aligerar el ambiente y que dejara de pensar en aquello, aunque sea un momento.

—Estoy a cuatro capítulos de terminar nuestra segunda novela, has sido muy buena inspiración — levante la cabeza para mirarlo a la cara. Tenía una débil sonrisa en sus labios, pero aun así sus ojos estaban mirando en algún lugar perdido del aeropuerto.

Lleve su mano a mis labios en donde deje un beso.

Mi tacto hizo que se girara a mirarme, me sonrió y se acercó para dejar un beso en mi frente. Cerré los ojos cuando sentí la presión cálida.

—Me gusta ser tu inspiración.

—Siempre fuiste una inspiración para mí, también todas las canciones que me dedicabas años atrás.

Los altavoces anunciaron nuestro vuelo, nos pusimos de pie y caminamos hacia el avión con las manos unidad.

Ya dentro del avión y sentados cada uno de sus asientos, su mano comenzó a tener un ligero temblor que intente tranquilizar encerrando su mano con las mías.

Como el ambiente estaba nublado por las emociones con las que Logan estaba luchando, el viaje lo pasamos dormidos. Algunas veces me despertaba y lo encontraba tranquilo sumido en un profundo sueño, otras veces lo escuche llorar en silencio.

La última vez que desperté el seguía durmiendo así que aproveché para continuar escribiendo unas páginas más.

Una hora después ya habíamos llegado, nada más llegar recibí una llamada de mi padre preguntando si habíamos llegado bien y pidiéndome que revisara el correo que había llegado a la casa.

Con nuestras maletas pedimos un taxi que nos dejara en casa y como en el avión el camino fue un completo silencio. Logan recargo su cabeza sobre mi hombro mientras veíamos por la ventana las calles de la ciudad antes de comenzar a ver las primeras casas que le daban la bienvenida al vecindario donde crecí.

Todavía Te QuieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora