¿Cuentos? ¿Leyendas? ¿Dioses? ¿Amor? Todo en lo que no creía Olivia le fue mostrado, en tan poco tiempo y sin tanto esfuerzo la enamoró.
Era el año 1943, año de guerra para el mundo y ella, pero, el mar yucateco lo ocultó todo y lo volvió felicidad.
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¿Decirle? ¿Cómo reaccionaría? ¿Aún lo amaría?
Y es que cada sonrisa, palabra, mirada, beso. Es el constante recordatorio de como había empezado todo.
Pero había quedado tontamente enredado, en sus piernas, cabello, labios, palabras, pestañas, estaba enredado y completamente enamorado de quién era. Y era algo que la gente de Talokan ya podía notar.
¿Arrepentido? No lo estaba, porque sin ese tonto error, sin esa estupidez jamás se habría dado el tiempo de conocerla.
Se odiaba a sí mismo por eso, pero no había arrepentimiento.
Tenía un plan, en el que diría la verdad y con el cual demostraría que el principio de su amor no fue en vano y ahora realmente la amaba.
La mañana había llegado levantando a todos, se levantó y se despidió de ella solo besando su cabeza dejándola dormir. Pidió el desayuno para ella antes de irse.
Salió encontrando a Yatzil en su espera.
—¿Y adónde vamos?—Empezaron a nadar tranquilamente.
—A la isla de la superficie.
—¿Cómo para que?
—Es, algo para Olivia.
—¿Vas en serio con ella verdad?—Lo miró a su lado no pretendiendo burla.
—Si, creó que si.
—¿Cómo crees que si?
—No sé si ella va en serio, a eso me refiero.
—Pues, creo que si va en serio entonces.—Acepto.
Pareció que los ojos de Namor se iluminarán cuando la escucho, veía tantos futuros hermosos con ella.
Nadaron varios kilómetros a la isla alejada de la civilización un poco más lejos de ellos, pero siendo totalmente reconocida y que a veces la visitan turistas, rara la vez. Pero la isla en su creencia en el Dios K'ukulk'an le era fiel y jamás dirían su secreto, aparte eran beneficiados un poco por el vibranium.
Llegaron viendo todo el lugar, con casas de madera ahí y unos cuantos niños en la orilla. Al instante personas se empezaron a acercar, una niña corrió hacia Namor haciendo que la cargará y Yatzil le acaricio la mejilla.
—Taak in wil le utsil ti' vibranium=Quiero al mejor con vibranium.—Pidió Namor mirando a todos.
Un hombre se acercó saludándolo con las muñecas juntas para abrir las manos, en señal de saludo y los guío por esa pequeña isla mientras Namor le sonreía a todos.
—Bix u beel Kaknab=¿Cómo está Kaknab?—El hombre con una sonrisa a Namor.
—Kimen, Teene' kan u ts'íikil=Está muerto, yo lo mate.—Le devolvió la sonrisa.
