XLIX . ¿Jirafita?

61 9 6
                                    

Ana solo fingió dormir unos minutos para entre la oscuridad de esa cueva levantarse

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ana solo fingió dormir unos minutos para entre la oscuridad de esa cueva levantarse.
Dejó a la bebé de piel morena entre las mantas para que así no cayera al suelo, camino con sumo sigilo hacía el lugar donde Olivia y Namor dormían, ahí estaba él y por suerte dormido después de todas las preocupaciones incluyendo el -No te ama.
Qué aseguró Ana. Logro dormir.

Entró al agua con cuidado y dejó salir a Olivia, ella recordaba bien donde quedaban las celdas bajo las arenas e incluso cómo domar el lugar-Hace un tiempo Namor le había mostrado todo ahí, de pies a cabeza-
Nadó entre esa ciudad en penumbras, llorando de nuevo, estaba muy afectada y sus sentimientos estaban explotando de todas las maneras, porque incluso su miedo de ver a ese hombre lo manifestaba con llanto.

Al llegar al lugar no hubo problemas para que la dejaran pasar, los soldados ya la veían como una Reina así que con reverencia la dejaron pasar y la llevaron a las cárceles de los blancos.
Cuando se vio en ese pasillo largo, a media luz, en arenas, con quejas de hombres y el miedo de ver a ese espectro de su pasado, la invadió por completo el miedo, incluso empatía por la tortura de esos hombres ahí.
Iba viendo los rostros de cada hombre, uno por uno, detallando sus facciones y ojos, los azules del tío Frank eran inconfundibles, no se equivocaría.

Llegó a una celda, con solo un hombre ahí dentro, de rodillas, llorando, mirando hacía arriba, esperando que su Dios lo oyera aún estando varios metros abajo de la superficie.
Sus vestiduras estaban muy dañadas y tenía una densa barba pero aún así entre esa descuidada figura una estrella de David estaba en su cuello así siendo suficiente para reconocerlo.

-¿Frank?-Le hablo nerviosa.

El hombre abrió los ojos y pauso su plegaria, se miraron un momento que fue eterno, el hombre formó un puchero e intentó levantarse y llegar con ella pero la cadena se lo impidió.

-¿Olivia? ¿Jirafita? ¿Eres tú?-Comenzó a llorar de rodillas en el suelo mirando a Olivia.

En su rostro apenas había una expresión, pero sus ojos estaban escarchados de lágrimas. Era él y no había duda, estaba vivo, estaba ahí, reconociéndola y ambos llorando al verse después de 17 largos años.

-Jaap=Abre.-Señala la cerradura de tecnología.

El soldado obedeció abriendo de par en par la cárcel del hombre.

-Je'el u páajtal a biin, Nib óolal=Puedes irte, gracias.-Dijo amable con la voz en un hilo, tratando de no derrumbarse, viendo como ese soldado asentía con el saludo Talokan que ella imitó con sonrisa.

Este hombre de piel azul y que asustaba a Frank se fue, poniéndose en la esquina del pasillo por cualquier peligro para la Reina, cuándo Olivia regresó la vista al hombre que esperaba sus palabras fue invadida de nuevo por esa otra persona que por su debilidad de sentimientos le fue fácil usarla.

-Estás vivo.

-Mi niña, yo..-Ana entro a la celda con coraje.

-¿Por qué no volviste?¿Por qué no escribiste como prometiste?-Seguia de pie, con la voz mostrando un llanto retenido.

Sin Amor - Fanfic Namor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora