HAIZE

16. Es momento de decidir... ¿Sufrir o arriesgar?

Nunca me espere alegrarme tanto de hacer alguna ilegalidad. Mi moral siempre fue hacer mis cosas justas y sin ninguna intervención ilegal de todo tipo. Sin embargo, ahora estoy cometiendo una ilegalidad, algo que es sumamente grave y llega a tener una penalización de muerte, y no me importa mucho de la consecuencia que me traerá.

O tal vez si.. pero no en este momento.

estaba correteando por toda la calle Kingstown, el corazon me palpitaba en el pecho y el aire poco a poco me iba haciendo mucha falta. Hasta que por fin llegue, a la casa de los Collins.

Al parecer ya habían comenzado la reunión, se escuchaba voces y risas en el interior, suspire pesadamente y me aproxime a tocar el timbre. Rápidamente la Señora Collins me brindo una sonrisa desde la entrada y mascullo que pasara.

Al entrar todos los presentes fruncieron el ceño, observándome, la incomodidad me inundo en el vacío que me consumía por dentro y poco a poco la felicidad de hace rato se iba esfumando. Mis padres al parecer también me tenían con mala cara, la única que no me veía de esa forma era la señora Collins quien me brindaba una sonrisa reconfortante.

La iba a necesitar..

—Buenas tardes...— Masculle, nerviosa.

—Hasta que por fin apareces..— Ironizo, Marcus.

Oh, tu cállate, porque si me sacas algo del tema te juro que no soportare estar callada.

Yo que tu, le insulto.

¿Que? ¿Quién dijo eso? 

Sacudí mi cabeza, sacando alguna tontería que tenga pegada. 

Aprete los labios con fuerza para no responder de mala gana, no con todos los presentes. No lo miro igual que antes, solamente quisiera desaparecer o regresar en el pasado y hacerme bolita en mi cama.

Ya tienes 15 años, eres capaz de afrontar las cosas... Lo se, estoy segura que podre hacer esto. Espero.

—¿En donde has estado todo este tiempo?— Escupió, molesto.— Son las 5 de la tarde, la reunión empezó hace mas de 4 horas, ¿Deberías de darme una explicación?

No.

Agh, ¿Qué es eso que me habla? ¿Acaso es mi subconsciente?

Bueno, le diría "Estuve en el mundo mundano viendo peliculas de terror por primera vez y me quede dormida junto con un tipo extraño que solo ha aparecido en mis sueños y conoce a varios dioses que crees que son inútiles"

Pero claro, si me cree estoy muerta. Sino, pensara que estoy loca. O tal vez lo este y esto sea otro sueño donde Haize esta.

No lo es, si lo fuera no estarías aquí, seguirías en mi departamento.

¡Cállate y sal de mi cabeza! ¿¡Por que me imagino la voz de Haize contestándome!? ¡Es una plaga!

Creo que juntarme con Haize me hace mal, me pega sus tontas bromas.

—¿y? ¿Te comió la lengua algún dios?

—Estuve ocupada haciendo unos arreglos en la catedral. Desde la madrugada.— Fije mi mirada en Marcus, quien se sorprendió ante mi respuesta. Sonreí, tratando de aguantar las ganas que empezaron a consumirme.— Quería pensar un poco sobre las preparaciones de la boda, es muy pronto y apenas tenemos la mitad de ellas, así que fui a Street Comicie a ver algunas flores que podríamos colocar. También pensé en hacer un cuadro de una foto de nuestra boda, un regalo por el matrimonio, seria lindo, ¿no?

Su mirada se suavizo y una dulce sonrisa se planto en sus labios. Sus ojos acaramelados me brindaron ternura y admiración. Creyendo que no había visto nada.