15. La duda y su boda.

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Mi cabello brillaba ante la oscuridad del vestido, lo tenia suelto y sin arreglar, cuando lo debería de tener bien arreglado y recogido en un moño con la diadema de la familia. Pero esta boda era especial.

Caminaba a paso lento pero decidido, no tenia ninguna duda de la decisión que tomaría, pero si estaba bastante asustada por dentro. Pero me prometieron que todo saldría bien. Debería salir bien.

A mi lado, Circe sonreía dulcemente mandándome mensajes con calma. Le devolví la sonrisa y cuando estuvimos en frente de la gran puerta del santuario del dios del amor, mi pulso se detuvo.

¿Y si todo sale mal?

¿Y si al final no puedo escapar de esta vida?

¿Y si nos agarran?

¿y si nos descubren?

¿Y si nos hacen algo?

La duda paso por mi cabeza fugazmente, retrocedí asustada y con la respiración acelerada. No quería empeorar las cosas, ¿Y si empeoran? ¿Y si me caso con Marcus? ¿Qué pasara? Mis ojos fueron borrosos por las lagrimas, los llamados de Circe los ignoraba y me carcomía con los pensamientos insanos que pasaban por mi mente.

Pero algo me detuvo.

El.

Haize.

Tengo un regalo para ti.

Espero que te guste.

Se que debería de dártelo después, pero no puedo aguantar la emoción de dártelo antes de nuestra boda.

Mi respiración se tranquilizo y volví a la realidad. Los llamados de Circe fueron aturdiéndome poco a poco.

—¿Estas bien? ¿Tienes dudas? ¿Quieres salir de aquí? ¿ya te retractaste?

Iba a contestar, cuando sentí algo helado en mi piel descubierta. Baje la mirada instintivamente y sonreí alegre cuando pose mis manos en el medallón que colgaba de mi cuello. La media luna con el gato en el centro.

La luna bañada en plata y el gato en oro.

Y ahora entendía. Lo entendí todo.

Solté una risa seca, alegre. Circe frunció el ceño, confundida y me dejo unos momentos para crear conexiones y terminar el rompecabezas.

Ahora el sueño tiene mas sentido.

Mi cumpleaños. el sueño. Haize. Con su collar. Yo, con el mismo que tengo puesto ahora mismo.

La luna me representaba. Y el gato era el.

¡El gato era el!

La plata se representa así mismo y el oro a la otra persona.

¡Estábamos conectados!

—Circe.— La llame.

—¿Si?

—Que comience el caos.

Y con esas palabras, me sonrió levemente. La puerta se abrió de par en par y todos los presentes emocionados llevaron la vista a la novia, sin esperarse la enorme sorpresa que les tenia preparada. 

Cuando entre a un paso lento y firme, junto con la diosa a mi lado que sonreía gustosa a todos los presentes. Las miradas horrorizadas de los invitados estaban sobre mi, sobre mi vestido. No eran capaces de quejarse o criticar, estando alado de una diosa. sonreí al ex-novio que me esperaba en el altar junto con su padre, frunció el ceño apenas me pose a su lado. Iba a gritarme, pero levante un dedo callándolo antes de tiempo.

HAIZEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora