14. Es bueno verte

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cw: discusiones sobre la muerte, hospitales, contenido sexual explícito.

Rec de la autora:

#: Gymnopédie No. 1 - Erik Satie

##: Sigh of an Old Friend - Yu-Peng Chen

—Dazai, cuando te dije que te sintieras como en casa, eso no implicaba posar en T boca abajo en mi puff con los calcetines pegados a mi maldita ventana mientras contemplas todos los errores que has cometido en la vida

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—Dazai, cuando te dije que te sintieras como en casa, eso no implicaba posar en T boca abajo en mi puff con los calcetines pegados a mi maldita ventana mientras contemplas todos los errores que has cometido en la vida.

Ranpo se echa a reír.

Dazai se queja.

—Eres tan malo, Kunikida.

—Estoy dispuesto a apostar dinero a que esta es la única posición en la que Zai no se quejará de su maldito dolor de espalda —afirma Ranpo, y los labios de Dazai tiemblan en una sonrisa divertida ante eso, incapaz de reír realmente debido a la presión en su pecho.

El lado... menos esponjoso de Ranpo solo tiende a salir cuando los chicos de la uni se juntan.

—Eso no puede ser cómodo —objeta Kunikida.

Dazai suelta una risita, sintiendo que la sangre se le sube a la cabeza en el proceso.

—Sí, la enorme masa de mi gigantesca polla me está pesando...

Ranpo comienza a reírse aún más fuerte, cubriendo su boca con una pata del suéter color púrpura pastel.

—También me pesa la tarea DEVASTADORA de estar tan condenadamente bueno —canta Dazai—. ¿Sabes la carga que supone ser tan perfecto...?

—Voy a suicidarme —promete Kunikida.

—¿Tu, perfecto? —Ranpo suelta una risita—. ¿Estás seguro, Zai? La última vez que lo comprobé, tu medidor de tonterías estaba casi al máximo.

Dazai se burla.

—Ranpo. Voy a...

Dazai se empuja suavemente de la ventana, pateando su pierna hacia atrás antes de rodar sin problemas desde el puff hasta el suelo, su camiseta se levanta en el proceso. La endereza antes de abalanzarse sobre la mesa baja para llegar hasta Ranpo. A continuación pone al chico más pequeño en una llave de cabeza, él chilla.

—Te están dando una paliza, chico —gruñe Dazai, presionando con los nudillos su cuero cabelludo y frotándolo.

La risa de Ranpo se mezcla con sus quejas.

Kunikida suspira, presionando sus dedos en sus sienes.

—Mi paz nunca queda intacta con ustedes dos. Ahora el rincón de relajación de mi apartamento está hecho un desastre.

Se mueve para enderezar el puff, organizándolo hasta que vuelve a estar afelpado. Es una causa perdida. Dazai y Ranpo ahora están desordenando el que Ranpo usaba para sentarse.

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