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Pasaron horas que el reloj mental de Ela tomaba como minutos.

Ela- Oh recuerdo algo que me contó Hallie, aquella mañana había atendido a un paciente o algo asi, el caso es que era un tipo pelado como el señor cara de papa y estaba lleno de tatuajes, además era blanco y lucia muy sospechoso-. Levanto su cabeza hacia el reloj que se posaba en la pared gris, se sorprendió al ver la hora y comenzo a juntar todas sus cosas- Lo lamento chicos debo irme, Antonio no le digas nada a Gabi por favor, tu tampoco rubio, mas te vale que los de la estación no se enteren porque si eso sucede me veré obligada a no ayudar mas, aunque técnicamente lo hago por mi propia cuenta pero no importa-. Señalo con su dedo amenazando a aquellas personas provocando algunas carcajadas como respuesta.

Ella sabia que podía confíar en Antonio, él era una buena persona aunque su vida personal no fuera la perfecta, contaba con su hermana y 2 hijos aunque también estaba su ahora ex esposa.

La joven de cabellos marrones salió corriendo de aquel lugar, de su mochila sacó su teléfono celular y sus audífonos para luego colocar su playlist, ella no sabia por que pero aquellas canciones la hacían sentir más segura que cualquier abrazo. Su piel se comenzó a erizar pues ella solo llevaba una remera mangas larga y una campera de algodón y eso mas el infernal invierno de Chicago daba igual a un resfriado. Las cuadras parecian el doble de largas y sentía que no llegaría más, claramente tenia demasiadas notificaciones de llamadas perdidas y variados mensajes todos de diferentes personas, Ela no tenia la intensión de preocupar a nadie pero lo que había estado haciendo era mucho mas importante que llegar a tiempo a comer.

En cuanto llegó a la entrada principal de la Estación 51de Bomberos de Chicago respiró hondo en busca de poder uir a algún otro mundo en donde no tendría que lidiar con Otis, Cruz y Leslie, o aún peor con Kelly, aquellas personas eran su familia despúes de todo.

Entro al garaje en donde todos los camiones estaban estacionados "Esto se pondrá feo" se dijo a si misma, abrió un poco la puerta para entrar y oir de lo que hablaban.

Leslie- ¿Qué tal si llamamos a la policía? Ella puede estar perdida, jamás a llegado tres horas tarde.-. La paramédico se encontraba sentada en una silla giratoria, revisaba su teléfono como si de eso dependiera seguir viviendo.

Herrmann- No es una opción, dirán que es posible que se haya ido con amigos o con algún novio.

Otis- Está más que claro que parte de la culpa la tienes tu Christopher por decirle eso.

Gabi- Les recuerdo que ustedes se quedaron callados mirándola con cara de pocos amigos así que a la culpa también la tienen ustedes.-. Dicho esto comenzó una pelea entre Otis, Cruz, Herrmann, Gabi y Mouch que se encontraba sentado en su esquina del sillón junto a Pouch el adorable perrito de la 51, Leslie y Kelly Severide se encontraban observando todo e intentando localizar a Ela mandándole mensajes.

Ela Casey- Chicago FireWhere stories live. Discover now