-𝐓𝐄𝐍𝐓𝐀𝐍𝐃𝐎𝐌𝐄

twenty

ADVERTENCIA CONTENIDO SMUT ⚠️

Aquellos ojos azules me miraban fijamente.

— George. — mi tono de voz fue bajo, fue como un murmuró que salió de mis labios.

— Lucie, sé que no es momento pero.. — sus manos agarraron mi rostro.

Aquel beso me agarró desprevenida, sus manos bajaron hasta mis caderas.

Sus besos bajaron hasta mi cuello este no perdió el tiempo en descender sus besos hasta mi pronunciado escote.

— George, aquí no. — le dije soltando más de un suspiro.

Este se alejó de mi para luego tomar de la mano y llevarme hasta lo que supuse que eran unas habitaciones, bastantes lujosas.

Al abrir la puerta de aquella habitación este sin ningún cuidado me tiro hasta aquella cama.

Me sentía completamente vulnerable ante el, su mirada oscura recorriendo cada parte de mi cuerpo con deseo.

— Disfrutarás tanto esta noche como yo. — fueron sus últimas palabras antes de abalanzarse hacia mi.

Este comenzó a besar desesperadamente mi cuello, sus besos siguieron bajando.

Prontamente solo quede en aquella lencería.

Sus manos se paseaban por todo mi cuerpo, sus besos húmedos por todo mi cuello.

Sus manos se dirigieron hasta mi trasero apretujándolo contra su notable erección.

"Así te recibían en el cielo"

Empeze a desabrochar su camisa para dejar en exposición su abdomen bien marcado.

Mordí mi labio.

Los labios de George mordieron una zona de mi cuello.

Solté un pequeño chillido.

Sus manos subieron de nuevo hasta mi cintura agarrándola con más fuerza.

Este me dejó nuevamente en aquella cama, mi mirada recorría cada uno de sus movimientos.

Prontamente el sonido metálico de la hebilla cayendo contra el suelo resonó por aquella habitación.

Aprecia al hombre que se encontraba delante mío.

"Creo que ya me moje, más de 9 veces en la noche y ni siquiera me ha tocado bien"

La mirada del inglés volvió hacia mi, sus ojos llenos de lujuria.

Jale su mano, su cuerpo descendió.

Tomé el control de la situación siendo yo la que estaría arriba de el.

Mis labios fueron dejando besos por todo su cuello.

Probablemente quedarían marcas.

Mis besos descendieron por todo su torso.

Antes de llegar hasta su miembro este me detuvo tomándome por el mentón.

Sus labios besaron los míos con desesperación.

Sus manos bajaron hasta el ajuste de mi sostén, este sin ningún problema desabrochó el ajuste.

— Todo un experto señor Russell. — susurre cerca de sus labios.

Este no espero y sus manos tomaron posesión de mis pechos.

Sus labios recorrieron mi torso hasta llegar a estos.

Mis gemidos se escuchan por aquella habitación, me sentía en la gloria.