fifty

3.4K 264 62
                                    

POV'S LUCIE;

— ¡JODER!— murmuré tirándome encima de aquel sofá tan comodo.

Mire a mis alrededores intentando buscar mi teléfono, pero me fue imposible visualizarlo.

Me acomode en aquel sofá, poco a poco mis ojos fueron cerrándose, olvidándome completamente a lo que había venido.

"Felicitar a Papá y Susie"

—¡LUCIE WOLF! — un fuerte estruendo hice que me levantara algo sobresaltada, los golpes en la puerta continuaron. — ¡LUCIE!

Reconocí aquella voz inmediatamente, George.

Me encamine hasta la puerta, al abrir esta se dejo ver un George Russell con max, el cual al verme tenía un rostro algo serio.

— Wolff, te estuve llamando hace 10 minutos porque no contestas. — su mirada me recorrió de arriba abajo — ¿estabas durmiendo?

— No fíjate estaba jugando fútbol americano, claro que estaba durmiendo Russell y ¡TU me despertaste!.

— Lo siento Sweetie. — se disculpó. — vine a invitarte a mi casa, no quiero que te quedes aquí sola. — su rostro reflejó preocupación.

— Okey, si tanto insistes. — le dediqué una sonrisa. — iré por un poco de ropa y vuelvo.

Luego de empacar algunas cosas para quedarme con George, me dirigí hasta donde se encontraba este.

Pronto, estábamos de vuelta en el ático de George y yo tenía una gran necesidad de dormir, independientemente de hubiera dormido. Bostecé, dejándome caer en su sofá.

George hizo lo mismo, excepto que fue mucho más amable mientras se acomodaba en el sofá. Nuestros suspiros estaban sincronizados.

—Estoy cansado—confesó George después de un momento de silencio—adolorido y hambriento

—Yo también—respondí, apoyando mi mano en mi estómago mientras miraba el techo alto.

—¿Dolor? ¿Estás adolorida dónde?— George preguntó, sin mirarme. Ambos estábamos ocupados con el patrón en el techo, y era la relajación que necesitaba después del día que tuve.

—Garganta—dije, y escuché a George atragantarse con nada.

Se giró para mirarme, con una sonrisa descarada y cansada en su rostro. Agarré una almohada, se la lancé y él la atrapó antes de que pudiera golpearlo. Lo abrazó contra su pecho, sus ojos revoloteando cerca.

George seguía tomando analgésicos y uno de los efectos secundarios era la somnolencia. Prácticamente tuve que obligarlo a beber uno porque el letargo parecía ser su peor enemigo.

—Oye, ¿no es hora de otra tableta?—Le pregunté, y abrió los ojos para mirarme.

Se volvió hacia un lado, dándome la espalda.

No, no lo es.

—George...—dije arrastrando las palabras, y vi su cuerpo agitarse con otro largo suspiro.

—No puedo tomarla con el estómago vacío—dijo después de un rato, y fruncí los labios.

—¿Qué tal si nos preparo algo para comer, tomas tu tableta y luego podemos subir a tu habitación para una pequeña siesta? Son solo las tres—le dije, tratando de persuadirlo. Me miró, y por un segundo pensé que había funcionado hasta que volvió a hablar.

—Porque mejor no salimos por algo de comer.— dijo a lo que yo solté un risita.

—Los paparazzi nos tendrán en la mira, si no es que ya nos tienen.

-𝐓𝐄𝐍𝐓𝐀𝐍𝐃𝐎𝐌𝐄Where stories live. Discover now