DON'T RUN AWAY ❪ warren peace. ❫ ✔

t w e l v e.

Hoy es el día que todos estaban esperando, el baile de la súper escuela de héroes.

No soy la más emocionada con el acontecimiento, y para ser honesta había dicho que no iría pero Layla fue la persona que me insistió en acompañarla ya que ninguna de las dos teníamos citas para el evento, tuve que aceptar ya que después de lo que Will le hizo, no me quedó otra opción, no iba a dejarla ir sola al baile que tanto quería ir, mucho menos después de lo que sucedió en la fiesta.

La escuela estos últimos días han sido de los peores, las malas miradas por parte de todos allí después de la escena armada en la fiesta de Will, es como si todos creyeran que Gwen es la victima en todo esto. Decir que me caen mal es poco, quiero destruir a cada uno de ellos, pero se supone que soy una héroe con moralidad no como todo el resto de los populares que parecen más villanos que lo que se supone que deben de ser.

Voy a mirar esta salida al baile de la escuela como una forma de distraerme y por primera vez no voy a prestarle atención a los demás, sólo a mis amigos y vamos a pasarla bien. 

Layla tuvo que prestarme un vestido de su hermana, ya que al ser todo de último momento, no alcancé a comprar uno propio. Aunque este es bastante perfecto para mi, de color violeta, corto por encima de las rodillas junto un corset en la cintura y un poco suelto por debajo de esta, es muy mi estilo, y es lo que más me emociona de todo esto.

Aplico un gloss sobre mis labios para terminar con esto y suelto un suspiro, me doy una última mirada antes de salir de mi habitación tomando mi pequeño bolso en el proceso. Al llegar a las escaleras, mis padres están al final con cámaras en sus manos, ruedo los ojos conteniendo una sonrisa, continuo hasta que ellos me ven y se emocionan como si nunca antes me hubieran visto tan arreglada.

No los culpo, nunca me han visto usando un vestido.

—¿Tara? ¿Eres tu? Amor, ¿Ella es nuestra hija?— Pregunta mi mamá como si de verdad me desconociera por completo.

—Ja ja, son muy graciosos, de verás.— Digo con sarcasmo llegando a la planta baja.— ¿Tomarán las fotos ya? Así les dura el recuerdo para siempre.

—Te ves hermosa, hija.— Mi papá enseguida levanta la cámara y saca varias fotos, en los que hago mis mejores poses para no lucir como una tonta luego.— ¿Estás segura que no quieres que te llevemos?

—De verdad, no se preocupen, Ron pasará a buscarnos a todos en su autobús mágico al igual que todos los demás conductores para llevarnos, estaré bien, se los prometo.

—Mi niña.— Los dos enseguida me abrazan, y por más que quiera quejarme, no lo hago, puedo sentir su culpa a pesar de todo este tiempo.

El sonido de una bocina suena afuera, una gran bocina indicando que es el autobús. Ambos se separan y me miran con una pequeña sonrisa, mi madre a punto de romper en llanto viendo sus ojos llenándose de lágrimas... Y todo por usar un vestido e ir a un baile, no sabía que era tal decepción para ellos hasta ahora.