DON'T RUN AWAY ❪ warren peace. ❫ ✔

t w e n t y s e v e n.

He de decir, tener a El Barón en frente de nosotros nunca había sido tan terrorífico como lo es ahora.

Warren y yo estando lo más débiles posibles después de destruir más de la mitad de las armas, ¿Y ahora se supone que tenemos que enfrentarlo? Eso no va a salir bien, y los dos lo sabemos, sobre todo porque Warren me lo demuestra enseguida volviéndome a tomar mi mano con la suya.

—Han destruido mi trabajo de ¡Años! Mocosos.— Se queja enseguida en lo que nosotros nos mantenemos quietos en el lugar. El villano igual se lo ve agotado aunque no lo suficiente, imagino que nuestros amigos no se la dejaron fácil y ahora me preocupa como deben estar ellos.— Ríndanse, están demasiados débiles para enfrentarme, incluso de a dos, los tres sabemos que van a perder.

—Nunca nos vamos a rendir, no hasta destruir cada arma posible que hay aquí.— Dice Warren a mi lado con una voz muy seria y elevada, aunque en el silencio del salón, es más fácil que resuene por todos lados. Él ahora se gira para verme con ojos desesperados.— Sé que podemos, los dos juntos.

—Si tu crees que así será, entonces tenemos que probarlo.— Murmuro de la misma manera que él.

Los dos damos varios pasos al frente, soltando nuestras manos y enseñando nuestros poderes para por fin atacar. El Barón es más fuerte incluso que nosotros, está cansado pero no lo suficiente para que podemos vencerlo, digamos que mi negatividad me está ganando en estos momentos, sobre todo porque la energía que debo de gastar para hacer que mis poderes funcionen, comienza a dolerme de manera física.

Sin más vueltas, los dos atacamos al mismo tiempo, él con su fuego y yo con mis rayos, por supuesto que el gran villano los esquiva dando una voltereta en el suelo, se levanta con rapidez y nos lanza ahora él fuego con una gran fuerza que nos hace retroceder y chocar contra la pared que estaba a varios metros de nosotros.

El Barón no tarda en reírse, tanto Warren como yo, ninguno de nosotros somos capaces de volvernos a levantar, con un gran dolor físico que nos dejó aquello más la fuerza que perdimos.

—Esos han sido los golpes más débiles que alguna vez haya sentido en todas las peleas que he tenido.— Poco a poco se va acercando a donde nos encontramos, y en eso entra mi desespero de levantarme con rapidez a pesar de todo el dolor que este causa. Una vez logro recomponerme, o algo así, la sonrisa malvada del villano no tarda en aparecer.— ¡Arriba! Terminen lo que tanto quisieron hacer este tiempo, no se acobarden ahora.

Él sólo dice eso porque sabe que va a ganar, nos da un ánimo estúpido.

Cuando creí que todo estaba perdido, algo sucede.

—No se te ocurra tocarles a ellos, nunca en tu vida.— Mi papá aparece en la gran puerta del salón, se lo ve cansado y agitado, pero no significa que esté débil, parece que tiene una gran fuerza ahora mismo.

—Papá.— Creo que nunca en la vida estuve tan feliz de verlo como ahora.

—Ustedes sigan con las armas, yo me encargaré de él.— Él se dirige a nosotros dos.