Capítulo catorce: "No existe la calma antes de una tormenta, menos en invierno".

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TW: Escenas gatillantes.

Antes de que lean, todo lo que sea que pase en este capítulo es por el bien de la trama.

Lxs tqm, perdonen la demora.

»I've started not to doubt it, just wrap my head around itI remember when you told me it's an everyday decisionBut with my double vision, how was I supposed to see the way?Haven't I given enough, given enough?«Gilded Lily

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»I've started not to doubt it, just wrap my head around it
I remember when you told me it's an everyday decision
But with my double vision, how was I supposed to see the way?
Haven't I given enough, given enough?«
Gilded Lily. Cults.

Aegon elevó una ficha circular en su dirección, un gran "2" abarcaba todo el plano espacio y envió en Aemond una oleada de satisfecha sorpresa. Daeron sorbió té a su lado.

—¿Hay gente que vende fichas de sobriedad? Hermano, eso es un poco enfermizo.

Aegon le lanzó migas de pan antes de sentarse a su costado, Daeron emitió una risita.

—Me la dieron hoy, dos meses exactos.

Dos meses sobrio. Sin drogas ni alcohol. Nada de pastillas. Limpio. Completa, absoluta y notablemente limpio.

Aegon se sirvió café y entonces los tres desayunaron en un silencio relajado.

Aemond observó el rostro de su hermano. Las ojeras permanecían, porque la abstinencia seguía haciéndole de las suyas. Aún no sabía exactamente qué había gatillado en él la voluntad suficiente como para realmente iniciar una desintoxicación. Helaena votaba porque Daeron en algún momento se lo pidió, Aemond sospechaba que Daemon tuvo que ver. Ninguno jamás lo sabría.

Ese último mes pasó volando.

Aemond tuvo que resolver muchos cabos sueltos que dejó Cole, dedicarse a reparar la Kawasaki de Lucerys y retomar los planes del próximo atraco. El plan crecía con lentitud. La moto, por otro lado, estuvo lista cuando Aegon logró dar con la pegatina de dragón, hacía un par de semanas. Era idéntica, y basándose en la pobre imagen que tenían, Aemond fue capaz de posicionarla en el mismo lugar exacto.

Daeron le dijo que no se la devolviera a Lucerys aún. Aemond no tuvo que preguntar para saber que era porque el idiota sería incapaz de esperar a su recuperación. Así que aplazó la entrega dando excusas vagas.

"—Me faltan piezas."

"—Me resfrié."

"—Mi familia de Alemania viene de visita y–. . .

Lucerys tenía una boca increíblemente sucia cuando se trataba de insultos. Eran floridos, burdos y creativos.

Decidió que Lucerys era una pequeña mierda maleducada.

El mes pasó volando, pero solo dos cosas eran dignas de mención.

Daeron había vuelto hacía una semana, parloteando sobre Daemon. Que su departamento estaba frente al de la mujer más bella de toda la existencia, Aemond no podía negar eso porque aún siendo gay tenía un ojo bueno y con él sabía perfectamente que Rhaenyra era una de las mujeres más bonitas que había visto hasta la fecha.
Que su perro era feo. Que había instalado camas en las habitaciones y por ello casi había sido echado a patadas. Que Lucerys ya casi se había recuperado por completo –eso lo dijo lanzándole una mirada significativa que Aemond ignoró de una forma olímpica–. Que aprendió a hacer café.

Wicked Game [PGP2024]Where stories live. Discover now