Capítulo dieciocho: "El Dios de los ladrones insoportables: Parte I."

3.6K 376 1.1K
                                    

TW: Descripción de escenas violentas, lenguaje vulgar, contenido para mayores de 16 (con aviso no hay engaño).

Las frases que tenga un "*" al final, son fragmentos de un libro: "himnos homericos". Ya entenderán por qué.

La canción de abajo es la del capítulo, pero "Entre caníbales" de Soda Stereo también queda bien, ambas están en la playlist.

Lxs extrañé, les mando besitos.

»D is for delightfulAnd try and keep your trousers on

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

»D is for delightful
And try and keep your trousers on.
I think you should know you're his favourite worst nightmare«
D is for Dangerous. Artic Monkeys.

Miércoles trece de marzo, cero días para la finalización de la prueba de Luke.

Hay un flash, un silbido que corta el aire.

Hay un grito.

Hay dolor.

Hay mucho dolor.

Hay sangre.

La oscuridad que lo envolvió por un costado fue absoluta y abrumadora. Y solo entonces Aemond descubrió que quien gritaba era él, porque la agonía en su lado izquierdo era ensordecedora, brutal e irreversible. Era tibia. Era roja. Deseó que fuese un espejismo, una alucinación de su cabeza expuesta a golpes que en primer lugar no le correspondían.

Pero no eran invenciones de su cerebro, y cuando logró enfocar la vista, un jadeo ahogado fue todo lo que escapó de su boca.

Entre sus propios dedos, mutilado y espeso, se encontraban fragmentos de su propio ojo, y la sangre se deslizaba entre ellos sin pausa ni final. Caía por su nariz, la paladeaba sobre la lengua, se espesaba en sus palmas, ensuciaba el suelo, su ropa, su cabello. Carmesí, brillante, abundante. Aemond temió desmayarse por la pérdida de sangre antes que por el shock.

Las náuseas tornaron borrosa su visión obstruida.

Su otra mano estaba apoyada en el suelo embarrado, partículas de vidrio cortaron su piel adolorida, pero no era capaz de moverse. Su estómago palpitaba, la cabeza le daba vueltas.

Todo era ruido y dolor, y luces rojas y azules, y oscuridad, y dolor, y ruido, y borrones.

Y dolor.

Era capaz de escuchar un chapoteo a un costado de su cabeza. No era consciente de que había caído sobre el pavimento hasta que tuvo que voltearse y cubrir su vientre cortado.

Wicked Game [PGP2024]Where stories live. Discover now