11 » Se terminó.

9.4K 750 54
                                    

El timbre del teléfono se mantiene sonando, mientras me debato internamente en si debo contestar o no la llamada. Hace algunos instantes atrás, hubiese contestado la llamada sin dudarlo, pero ahora, el ver a Chris con los golpes... de alguna manera, me importaba más.

Además, si Sebastian me hizo esperar casi tres días, él bien puede esperar un par de minutos más.

Levanto la mirada a Chris, él está viendo la pantalla de mi teléfono. Hace una mueca con sus labios y desvía la mirada rápidamente. Doy un respiro.

—Chris—le llamo, él regresa a verme, pero Sebastian vuelve a llamar.

—Deberías contestar—sugiere, enfoca la vista en el televisor que está enfrente, bebe un poco de su cerveza y aclara su garganta.

—Discúlpame un segundo.

—Adelante—dice, hay algo en su voz que me hace pensar que está molesto.

—¿Te importaría cuidar esto por mí? —Le digo refiriéndome a mi pequeño bolso, quiero tener una garantía de que él no se vaya mientras hablo con Stan—. Sólo será unos minutos.

Chris asiente y dejo el bolso en la barra. Camino hacía una de las esquinas del bar, colocándome en un espacio en donde no hay gente a mí alrededor. Necesito apartarme un poco para poder escuchar mejor; ya que el ruido de las conversaciones, los televisores y la música de fondo no me permiten oír muy bien.

Levanto la vista y noto a Chris mirándome, él me desvió la mirada. Respiro hondo antes de contestar.

—Hola—le saludo.

—Hola Kate. —responde, distante.

—Pensé que nunca llamarías—admito.

Lo escucho aclararse la garganta.

—Lo siento, pero he estado algo ocupado.

¿Tan ocupado como para no devolverme por lo menos un mensaje?

—Vale, entiendo. Lamento si te moleste con todo...

—No hay problema—me corta de repente—escucha, hay algo que debo decirte.

Le escucho suspirar después de decir aquello; y ahora sé que lo que se viene no debe ser bueno.

—Seguro, dime—intenté que mi voz no sonara desesperada.

—Han pasado cosas en estos dos días —ese no es un buen inicio—, me he dado cuenta de otras más —él hace una pausa— y creo que esto no funcionará.

—¿Disculpa?

Otro suspiro de su parte.

—Kate, esto no funcionará. Me refiero a lo nuestro. Si es que hay algo entre nosotros.

Alejo el teléfono de mi oído, observo la pantalla del teléfono y leo el nombre del contacto. Sebastian Stan. Hago una mueca no creyéndome lo que he oído.

—Es una broma ¿no? —río sarcásticamente, pero el silencio por parte de él, me hace saber que no es ninguna especie de mala broma.

"Sí es que hay algo entre nosotros" había dicho.

Idiota.

—No lo es Kate. Vamos, no pensaste que esto iría enserio ¿o sí? —él se permitió reírse.

Sentí una punzada en mi pecho, llevo mi mano a mi frente y respiro hondo, intentando calmarme.

—Sebastian ¿estás bien? —dudaba que él estuviese en sus cinco sentidos.

» Nuestro Secreto © Where stories live. Discover now