» Epílogo + Agradecimientos.

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Ha pasado un tiempo desde que Chris Evans y Kate Reeves volvieron a estar juntos oficialmente y hasta la fecha, todo pintaba de maravilla para ambos.

—Deberías de quitarte esa manía de observarme sin disimulo —sugirió Kate, mientras tomaba asiento en las piernas de su actual novio, Chris Evans.

Éste soltó una pequeña risa y negó con la cabeza, para después besarle la mejilla a la chica.

El día de hoy, Sebastian Stan había organizado una fiesta en su nueva residencia, con motivo de celebración por su nueva adquisición. La casa es grande, con suficientes habitaciones como para albergar a diez personas en ella, con un patio espacioso, donde la alberca toma gran parte del lugar, pero aun así, hay espacio para un par de catres y sillas playeras, un par de mesas pequeñas y un asador en donde el mismito Stan se encuentra preparando la carne para la comida de la tarde.

Él había invitado a sus amigos a pasar el día en la nueva casa, en la piscina, disfrutando de carne asada. En un principio, la duda del por qué Sebastian adquirió una residencia tan grande, inquietaba algunos, a lo que Stan solo comentó: "Tengo algunos planes". Aunque la duda permaneció ahí y generó un par más, sus amigos decidieron apoyarlo.

Chris Evans y Kate Reeves fueron los primeros en llegar al lugar, seguidos de Tom Hiddleston y Chris Hemsworth.

Los dos primeros, se encontraban en las áreas verdes de la casa, Chris sentado en una silla playera de madera blanca, con Kate sentada en sus piernas, mientras que los otros dos ya estaban dentro de la piscina con bermudas de playa y sin camisetas.

—No puedo evitarlo —comentó Chris Evans viendo fijamente a Kate— tengo una novia muy guapa.

Chris palmeó la espalda de la castaña, mientras ella reía. El ojiazul le dio un sorbo a su cerveza para refrescar la garganta, mientras recorría con la mirada a Kate. La chica trae consigo un pequeño short grisáceo, una blusa blanca y debajo de estas prendas, su traje de baño de dos piezas color negro.

Evans volvió a darle otro trago a la cerveza, paseó su lengua por sus labios, saboreando la bebida, mientras su novia le miraba atenta. Admirar a Chris, es una de sus actividades favoritas, en especial en estos casos, cuando él no trae consigo una camisa puesta.

Kate decidió regresarle la mirada sin disimulo a él también, aprovechando que Chris solo lleva consigo una bermuda playera de color naranja y el torso descubierto, exponiendo su bien trabajado cuerpo. Ella solía bromearle con que parecía una deidad griega. Y a él, parecía fascinarle que su novia pensara aquello.

Reeves notó la amplia sonrisa de Evans, no podía verle los ojos puesto que él trae lentes de sol oscuros, pero apostaba a que él le miraba con cierto toque coqueto en los ojos.

—¿Qué pasa? —preguntó él haciéndose el desentendido.

—¿Qué? ¿No puedo ver a mi novio? Tengo uno muy guapo.

El castaño soltó una carcajada sonora, lentamente se acercó a Kate para darle un beso en los labios. Ella le quitó los lentes de sol y observó los ojos azules de él que tanto le gustan.

—Mucho mejor —dijo, con una sonrisa adornando su rostro.

Posó sus manos sobre la barba que le cubre a él las mejillas y volvió a besarlo tiernamente.

—A ver tórtolos, dejen de compartir fluidos salivales que ya estoy aquí —la voz de Jeremy se hizo presente, arruinándoles el momento.

Melanie llegó con él, ambos tomados de la mano, puesto que los dos amigos habían terminado dándose una oportunidad entre ellos.

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