Bueno no le hago caso a mi conciencia y me dirijo a la primera clase del día.
Entro en el salón y como siempre soy la primera en llegar a la clase, la verdad siempre me gusta llegar 15 a 20 minutos antes. Decido sentarme en la 3 fila ni tan adelante ni tan atrás. Perfecto.
Empiezo a poner mis cuadernos sobre la mesa y lo que pasa después no me lo espera. Ni en mis más locos sueños. Me lo hubiera imaginado.
ÉL entra en el salón.
-Hola- dice con una sonrisa en la cara mientras se sienta junto a mí.
- Que haces aquí-
- Estudiar-
- Jaja, que gracioso. Digo que haces aquí tan temprano-
- A eso, siempre lo hago-
- En serio no pareces de las personas que llegan temprano a clases- Y es verdad, cuando estábamos juntos en la escuela siempre llegaba tarde y como yo era su tutora, me regañaban a mí. Pero estaba tan enamorada que no me importaba.
- A si y ¿Por qué?- dice sonriendo y apoyándose sobre mi mesa.
- No sé, no tienes pintas de que te gusten las clases-
- Pues no hay que juzgar un libro por su portada-
- Pero tú no eres un libro- ÉL suelta una carcajada.
- Buen punto. Aunque yo diría lo mismo de ti-
- ¿Qué? que tampoco soy un libro-
- No. Ya sabes que tú tampoco pareces la clase de chica a la que le gusta estudiar-
Eso nunca me lo habían dicho. En serio no parezco estudiosa. Que ahora sea bonita, no quiere decir que sea tonta. O sí.
- Pues no lo sé, siempre he sido buena alumna-
- Si, pero no tienes el aspecto de la típica chica nerd de la escuela-
- Pues, ya no la tengo-
Eso lo sorprendió. Y al ver su reacción me di cuenta de lo que había dicho.
- Así que antes eras la nerd de la escuela- justo lo que pensé que me preguntaría.
- Pues digamos que sí, pero decidí cambiar- no sé porque no le mentí diciéndole que no, que nunca fui una nerd. Pero no quería hacerlo por alguna extraña razón.
- Me alegro porque ahora te ves muy bien- dijo con picardía. Y ahí está de nuevo el chico arrogante y cretino.
- Gracias, pero no lo hice para verme bien, sino porque lo necesitaba- Para mí venganza, y por salud también ya que si no lo hacia, me iban a dar muchas enfermedades gracias a la obesidad.
-Pues por lo que, lo hayas hecho te sienta súper bien-
-No necesito tus halagos- le aclaro, ya me estaba empezando a enojar.
- Lo siento es algo que no puedo evitar- que no puede evitar, ser cretino y creído.
- Que no puedes evitar-
Me sonríe con un poco de tristeza y dice- Tratar de conquistar a una chica que sé que no le intereso- eso me afecto, Él no podía ser amable ni atento con nadie. El era ÉL, el que no se preocupaba por nadie más que no fuera sí mismo. Y además que fue ese brusco cambio de actitud. De ser coqueto y arrogante. A dulce y un poco triste. Es bipolar o algo así.
- ¿Por qué?- tonta curiosidad
- Porque ya es parte de mí. Una de que no me enorgullezco tanto-
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El arte de enamorar {editando}
Teen FictionTodos dicen que enamorarte es cosa del destino. Todos dicen que no puedes elegir a la persona de la que te vas a enamorar. Todos dicen que el amor es el sentimiento más indescifrable y complicado. Pues lo más importante es que todos dicen que el amo...