El arte de enamorar {editando}

Recuerdos (fin)

Cinco años después.

PVO'S Mac/Amber:

— ¡Feliz cumpleaños 27 Amber! — gritaron mis padres, So y Alex.

No puedo creer ya tengo veintisiete años. Y cuando digo que no puedo creérmelo es porque es la verdad.

Parece que aún soy una niña de 5 años. Por qué bueno... Hace cinco años levante de ese coma que me dejo sin memoria. Y en cierto modo fue como volver a nacer.

Cuando desperté no reconocía a nadie. Lo único que recuerdo es a una chica rubia entrando a la habitación

—¡Ey! Hola— dijo una chica rubia saludando con la mano mientras se acercaba lentamente.

— T-tu ¿quien eres?— pregunte con dificultad.

— Yo soy So. Tu mejor amiga— respondió mientras llegaba hasta la silla de plástico que se encontraba al lado de mi camilla.

— ¿Mejor amiga? ¿Acaso yo tengo una mejor amiga?

— Claro que la tienes. Y aquí está.— Tomo mi mano entre la suya apretándola sin hacerme daño— Las mejores amigas debemos estar en las buenas y en las malas ¿no?

— Si... No... Bueno... no lo sé.— La verdad era esa. No sabía nada. Pero algo me decía que esa chica podía estar diciendo la verdad. Tal vez fueran sus ojos que expresaban cariño y afecto. Y de alguna manera extraña me hacían tenerle confianza.

La chica que ahora decía llamarse So, me regalo una sonrisa.— Ya veras... Te ayudaremos a recordar todo. Verás que en muy poco tiempo volverás a ser la misma.

Suspiré. La misma. Sabía que había perdido la memoria. Ademas que tengo una familia. O por lo menos es lo que los médicos me han dicho. Soy como un bebé que sabe hablar y caminar, pero no sabe quién es— ¿Tu lo crees?— pregunte en un hilo de voz.

— Dalo por hecho— me guiñó un ojo.

Recuerdo cómo fue todo el proceso de rehabilitación. So y mamá mostrándome fotos de cuando era pequeña. Yo intentando borrar las lagunas mentales. Y varias cosas más... Pero siento que no he recuperado mi memoria por completo. Si bien, puedo recordar toda mi infancia a la perfección... hay un espacio temporal entre la mitad de mi adolescencia y hasta ahora. Sé que estuve en Londres la mayor parte de mi vida, lo que no se es el ¿Porque?

Le he preguntado varias veces a So y a mis padres la razón. Pero siempre responden lo mismo.

"Fue porque necesitábamos hacer negocios en el exterior" o en caso de So "Tus padres necesitaban cerrar algunos contratos".

Les creía... En parte.

— Bueno cumpleañera ¿vas a apagar las velas? ¿O esperamos que todos seamos cadávares hasta que lo hagas?

Negué con la cabeza— Silencio So. Es mi cumpleaños— le recordé. Me incliné sobre la mesa para apagar esas ventisiete velitas.

—¡Pide un deseo!— grito Alex

—¿Deseo?... Mmmmm... ¿Pero qué podría pedir?

— Solo piénsalo hija. Que quieres para tu cumpleaños número 27 y te lo daremos.

Entonces la idea vino a mi cabeza. No quiero nada material o que se pueda comprar con dinero ¡lo tengo!