¡Yo pensé eso!

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¡Yo pensé eso!

Kiss me- Lucy Hale. Canción

Y después ÉL puso su mano en mi mejilla como para verificar que lo que pasaba fuera real, como para saber si yo estaba ahí de verdad. Con su toque mi corazón ya era como un tambor, latía tan fuerte y tan rápido. La sensación que me provocaba ese gesto no era como cuando lo hacía Logan, era más especial, más profunda, mas...

―Necesitan algo más―. Los dos nos sobresaltamos y nos separamos de golpe.

Estuvimos a una milésima de besarnos ¿Pero que estaba a punto de hacer? Negué con la cabeza y regrese a ver a la señora de la tienda, que nos estaba preguntando no sé qué cosa.

Me corrijo no era una señora era una "señorita" más o menos de nuestra misma edad. Era una chica muy guapa, tengo que admitir. Con el cabello rubio, ojos celestes y un cuerpo que todas desearían tener.

Pero lo más incómodo de todo esto, no es que la "señorita" estuvo a punto de vernos besándonos a ÉL a mí. Sino que ella después de saber lo que estuvimos a punto de hacer, aun así le coqueteaba descaradamente a ÉL.

Yo me puse roja de una furia mezclada con vergüenza. Y miraba a la chica que le lanzaba miradas coquetas a ÉL.

― No, no gracias― respondió ÉL con voz cortante. Lo regrese a ver y tenía los puños apretados, además que le dedicaba una mirada asesina a la chica. Pero ella no parecía darse cuenta.

Esperen un momento ¿asesina? ¿Puños apretados? Acaso ÉL estaba enojado. Si, si lo estaba pero ¿por qué?

―Ah lo siento por interrumpirlos― dijo la chica con una sonrisa coqueta, una risa nerviosa y una mirada boba mientras pestañeaba repetidamente. ¿Acaso esta chica tiene solo una neurona o qué? ― Pero es mi trabajo preguntar a los clientes si necesitan algo mas― luego miro a ÉL y le mostró una sonrisa seductora― Estaré por aquí si me necesitan― y guiño un ojo. No se necesita aclarar a quien.

Pero ¡¿QUE?! Esta debía ser la chica más fácil del mundo. Ok me corrijo después de Nella, ¡esta chica debe de ser la más fácil del mundo!

Aunque lo peor de todo era que ÉL le siguió el juego. Le dedico una de sus típicas sonrisas coquetas. No sé porque me moleste más. Si era por el hecho de que ÉL le estaba sonriendo de esa forma a la chica, o por el hecho de que ¡ÉL le estaba sonriendo de esa forma a la chica después de que casi nos besamos!

Besamos. Esperen ¡yo estaba a punto de besarlo! Pero que tonta soy como puede estar a punto de hacer eso.

De pronto un recuerdo vino a mi mete

― Amigos de nuevo―dijo extendiéndome una mano con una sonrisa. Esa que desde tanto no veía.

― Claro ― dije estrechándole la mano. Sabía que no se rendiría tan fácil. ÉL mismo me lo dijo. Y la parte de Amber quería que no lo hiciera pero Mac decía que me aleje. No les hice caso a ninguna de las dos. Y hice lo mejor que yo creía que era. Dejar que el destino me guie y tratar de no caer en sus juegos.

― Pero con una condición― le dije. Lo cual lo sorprendió.

― ¿Cuál?

― A los amigos no se les besa. Así que no lo intentes conmigo o vas a terminar muy mal muñequito― le dije sonriéndole.

― Será difícil pero tratare― ahí estaba ÉL de nuevo con su sonrisa pícara y egoísta.

¡Rayos! casi olvido mi propia condición. Pero ÉL dijo que trataría así que no podía culparlo nunca dijo que la cumpliría. Aunque si la hemos estado cumpliendo desde ese día, de lo cual no me había dado cuenta...

El arte de enamorar {editando}Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ