xiii. entendidos

8.8K 923 264
                                    

Parecía desesperado y molesto, jamás lo había visto así

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Parecía desesperado y molesto, jamás lo había visto así. 

Tragué saliva cuando oí el pestillo cerrarse y sus ojos se encontraron con los míos, nos quedamos en esa posición unos segundos, al parecer ni siquiera él mismo procesaba lo que acababa de hacer. 

—¿De qué quieres hablar? —pregunté, dándole pie a que hablara, pero él no lo hizo. —¿Alex?

—¿Yo te gusto?

Su franqueza me tomó por sorpresa, nunca pensé que fuera tan directo, empecé a sentir como el calor subía hacia mis mejillas y mi respiración empezaba a agitarse. 

—No puedo tener una relación contigo —dije y me rompió el corazón ver como su rostro se relajaba en tristeza. 

—No te hice esa pregunta. 

—No cambia nada si me gustas o no, Alexis. 

Él soltó un suspiro, me soltó y pasó sus manos por su rostro, empezando a caminar en círculos. 

—¿Entonces? —cuestionó, aun sin poder verme. —¿Qué se supone que pase ahora?

Miré al piso y mi vista se empezó a nublar, la situación se me hacia tan conocida y nunca terminaba bien. 

Empecé a abrumarme y mi cabeza comenzó a doler un poco al buscar alguna solución que no implicara una relación a distancia ni abandonar mi vida ni que él lo hiciera con la suya; pero no la había. 

¿Por qué tenía que arruinarlo todo?

—Perdón —murmuré con mi voz pendiente de un hilo. —Yo no... yo no quería que esto pasara, lo juro. 

Antes de poder respirar una vez más para intentar retener mi lágrimas, Alex se apresuró a rodearme con sus brazos; no me aparté, al contrario, acomodé mi rostro en su pecho mientras pequeñas gotas de agua descendían por mis mejillas. 

Me dolía todo, no poder darle una respuesta, no poder ni siquiera elegir si salir con alguien o no porque el recuerdo de lo que pasó con Carlos me perseguía, los gritos, las peleas y cómo terminó todo. 

—No quiero que acabemos mal —dije sin levantar la cabeza, si lo veía probablemente mi cabeza creara un plan increíblemente doloroso para evadir esto. —, no quiero que lo intentemos y cuando todo fracase dejemos de hablarnos. 

Él colocó su mentón sobre mi cabeza y me dio un beso ahí mismo, sus manos acariciaban mi espalda tan suave que me ayudaban a relajarme y poder hablar sin sollozar. 

—No quiero que lleguemos a enamorarnos completamente y no poder abrazarte todos los días —continúe—, no quiero que nos rompamos el corazón. 

—Está bien —susurró. —Está bien...

Dejé de hablar y me tomé la libertad de disfrutar estar entre sus brazos una vez más y oír el latido de su corazón bajo mi oído, el sentimiento agridulce de que en algún momento acabaría. 

Con amor, Quackity━━━━ a. quackity ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora